El expresident del Govern del Partido Popular Jaume Matas está dispuesto a llegar ante el Tribunal Supremo para demostrar que no cometió un delito de tráfico de influencias en favor del antiguo propietario de OHL, Juan Miguel Villar Mir, y con ocasión del concurso para la adjudicación y explotación del hospital público de referencia de Baleares Son Espases. Matas mantendrá primero su inocencia por este delito este jueves ante la Audiencia de Palma, donde se celebrará la segunda y última sesión de la vista oral del caso Son Espases.

El pasado lunes Matas, defendido por Josep Zaforteza, confesó ante la Audiencia haber ordenado, entre 2005 y 2006, a la consellera de Sanidad Aina Castillo y al director general del Ibsalut Sergi Bertrán que la obra de Son Espases (por casi 800 millones de euros que luego se ampliaron a más de 1.000 millones) fuera adjudicada a una UTE integrada por OHL. El expresident del PP reconoció que cometió prevaricación y un delito de fraude al contratar a dedo a la consultora catalana Global PM, que valoró las ofertas en el concurso y dio ganadora inicialmente a OHL. Por estos delitos Matas asumió una pena de 4 meses de cárcel que se unirían a los 3 años y 8 meses de condena que ya cumple por el caso Nóos.

Sin embargo, el exministro de Medio Ambiente con Aznar no reconoció un tráfico de influencias en favor de Villar Mir, que llegó a estar imputado en este caso, pero después fue exculpado por el juez José Castro. Por este tercer delito el fiscal anticorrupción Juan Carrau le reclama otros 5 meses de reclusión efectiva y el pago de una multa de 31,6 millones de euros.

El jueves la sala primera de la Audiencia oirá las razones de Carrau para basar la condena por tráfico de influencias y los argumentos absolutorios de Josep Zaforteza. La sentencia de la Audiencia será recurrida por Matas ante el Tribunal Supremo en caso de que se le condene por los tres delitos.

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