La Fundació Deixalles, una entidad sin ánimo de lucro que se fundó hace 33 años, orientó laboralmente el año pasado a casi mil personas en Balears en situación de exclusión social, y muchas de ellas han encontrado trabajo. La entidad presentó ayer sus cifras del año pasado sobre los distintos proyectos que se desarrollan, tanto en la atención a las personas en situación de exclusión, como en el área de salud mental, la orientación laboral y el trabajo ambiental, que consiste sobre todo en la reutilización y reciclaje de objetos y residuos que entrega la gente.

Según detallaron ayer Xisca Martí, directora de Deixalles, y Mateu Barceló, trabajador social, las personas siguen siendo la principal prioridad. Así, el año pasado se atendieron a 168 personas en situación de exclusión y se les realizó un itinerario individualizado para la inserción social y laboral. De hecho, el 20% de estas personas ha conseguido un nuevo empleo, lo que les sirve para superar su mala situación social.

La formación sigue siendo para Deixalles uno de los ejes del trabajo de inserción social. Por ello, el año pasado se realizaron más de un centenar de cursos, con la colaboración de varias empresas privadas.

Otro proyecto fundamental de la labor de la Fundación es la orientación laboral. El año pasado se atendió a 948 personas, para marcarles un itinerario para conseguir empleo. Casi todos estos usuarios proceden de colectivos vulnerables, pero Deixalles les aconseja a la hora de buscar trabajo. Para ello, la Fundación actúa como intermediaria con las empresas que colaboran en este proyecto.

Aparte, la institución también apuesta por el modelo de contratos de inserción. La Fundación dispone de tres empresas y a través de ellas se han firmado 95 contratos. Más de la mitad corresponden a personas mayores de 45 años. El 41% de estos contratados son mujeres y el 70% eran personas que no disponían de ningún tipo de ingreso económico.

Reciclaje

Otra de las principales labores de Deixalles se refiere al trabajo ambiental. Así, el año pasado se recogieron, se trataron y se gestionaron un total de 2.839 toneladas de objetos y residuos. Casi el 70% se reutilizaron y un 16% se recicló. Sin embargo, los responsables destacaron ayer que habían detectado que los materiales que se recibieron el año pasado eran de peor calidad que en épocas anteriores.

Gracias a este programa de reciclaje se ha conseguido evitar más de 11.000 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera, lo que representa que se retiren más de 5.000 coches de la circulación.

En cuanto a la ropa, se han recogido casi 1.500 toneladas. La mayor parte se ha podido reutilizar. Esta actividad ambiental se desarrolla sin la ayuda de la administración.