La expresidenta de Unió Mallorquina (UM) y del Parlament Maria Antònia Munar está disfrutando de permisos penitenciarios con normalidad, según han confirmado fuentes jurídicas. Munar cumplirá el próximo 24 de julio seis años privada de libertad en la cárcel de Palma y confía en lograr cuanto antes el tercer grado penitenciario.

La otrora todopoderosa política consiguió, gracias a la Audiencia de Palma, un primer permiso de tres días en julio del año pasado. Desde aquella salida no han vuelto a trascender otros permisos de la expolítica, defendida por Gaspar Oliver. Las fuentes informantes señalaron, no obstante, que la reclusa ha tenido más permisos desde aquel primer fin de semana.

"La Audiencia entendió que Munar sí merecía un permiso que el juzgado de vigilancia penitenciaria no veía oportuno. La presa salió de permiso y no hubo problemas, por lo que ya entró en la rueda de permisos normales y no hubo necesidad de recurrir ante el juzgado de vigilancia penitenciaria", explicaron las fuentes.

Munar fue condenada a 5 años y medio de cárcel por el caso Maquillaje y a 6 más por la recalificación de Can Domenge. A esas penas sumó otra de 2 años y 6 meses tras ser declarada culpable por un jurado popular por el soborno en la adjudicación de los citados terrenos de Can Domenge, en un juicio en el que pidió públicamente perdón.

Las penas

En su auto, la Audiencia resaltó que la que fuera durante años la mujer más poderosa de la política balear sumaba penas por descubrimiento y revelación de secretos, fraude a la Administración, malversación y cohecho por las que, cuando se denegó su permiso, había cumplido más de la cuarta parte de la condena total, que alcanzará los tres cuartos en enero de 2024 y quedará extinguida en julio de 2027.

Además de estos criterios temporales, el tribunal tuvo en cuenta el buen comportamiento de la reclusa en la prisión de Palma, otro requisito necesario para poder obtener los permisos ordinarios que se le habían denegado por parte de los servicios de evaluación de la cárcel y del juzgado supervisor. El magistrado de este juzgado había argumentado que Munar estaba muy lejos de alcanzar las tres cuartas partes de condena, meta ante la cual los permisos adquieren el sentido legal de permitir la preparación para la vida en libertad, y aludía también a la gravedad y alarma social de los hechos de los que es responsable.

La Audiencia en ocasiones anteriores había confirmado la denegación de permisos porque la interna aún tenía causas pendientes y porque no había asumido la responsabilidad de los delitos cometidos, pero en julio del año pasado cambió de opinión.