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'El Comprimido' vuelve con todos sus principios activos

Su primer número analiza la efectividad del fármaco que provocó su cierre por Juan José Bestard

Leyla Aoukhiyad, actual coordinadora de 'El Comprimido', junto a Eugenia Carandell. B. ramon

El Comprimido, una publicación creada y elaborada por profesionales del IB-Salut para suministrar información fiable e independiente sobre la efectividad de los fármacos a todos sus facultativos y que originalmente nació en papel y hoy retorna digital, fue abruptamente suspendida tras la edición de su número 22 que vio la luz el 11 de septiembre de 2011.

Meses más tarde, a comienzos de 2012, Juan José Bestard, el polémico director general del Servei de Salut designado por el entonces presidente de la comunidad José Ramón Bauzá, decidía cerrar la publicación. Una decisión no exenta del "ruido" que solía acompañar a las actuaciones de este internista colocado al frente del IB-Salut y que se basó en su disconformidad con un estudio de esta publicación que desaconsejaba prescribir un fármaco contra la artrosis.

Obviando las opiniones de los especialistas, el entonces director general las tachó de "controvertidas" y, en su opinión, inconsistentes "para hacer recomendaciones farmacoterapéuticas que afecten al prestigio de unos fármacos", argumentó Bestar en una circular interna. Un documento en el que concluía, desautorizando a la publicación de su propio Servei de Salut, que "la utilización de estos fármacos es por tanto una decisión libre de cada médico".

Esta actuación, calificada entonces por la Sociedad Balear de Medicina Familiar y Comunitaria (hoy IBAMFIC) como una "injerencia inadmisible en labores estrictamente técnicas de la evaluación farmacológica", provocó no solo el cierre de El Comprimido sino la dimisión de una de sus principales impulsoras, Eugenia Carandell, responsable entonces del Gabinete Técnico de Atención Primaria.

Hoy Carandell clica en su ordenador con renovada ilusión para mostrar el boletín 23 de una publicación adaptada a su tiempo y, por ello, totalmente digital. Intenta quitar importancia, y en realidad no la tiene, que este primer número se tome una justa revancha.

"Ya lo decíamos ayer"

En su editorial reza lo siguiente: "Este primer número presenta una revisión sobre los fármacos de acción lenta en el tratamiento de la artrosis que, ocho años después del primer informe publicado en El Comprimido, siguen sin demostrar claramente su eficacia para mejorar los síntomas o prevenir el deterioro del cartílago en la osteoartrosis. Ya lo decíamos ayer...".

El fármaco que provocó su cierre por turbios e indemostrables intereses de la dirección del Servei de Salut de entonces, vuelve a ser analizado a la luz de los nuevos estudios publicados y la conclusión es la misma que entonces.

Pero ahora, Carandell, reinstalada en el cargo de jefa del Gabinete Técnico de los Servicios Centrales del Servei de Salut y acompañada de la nueva coordinadora de la publicación, Leyla Aoukhiyad, quiere pasar página y hablar del presente de El Comprimido.

"En la elaboración de cada número, muy laboriosa porque se analizan los últimos ensayos clínicos realizados acerca del medicamento sobre el que verse, participan farmacéuticos, médicos y farmacólogos", apunta aclarando que estos últimos son facultativos que han orientado su profesión hacia una evaluación de la acción de los fármacos y sus efectos en el cuerpo humano, en la clínica. "En Balears tenemos a dos y nos asesoran sobre la correcta dosificación de los medicamentos", añade.

La función del Gabinete Técnico es la de coordinar de la manera más fluida y eficaz posible la Atención Primaria y Hospitalaria y la de garantizar que todos los pacientes reciben una asistencia de calidad e igualitaria. "Trabajamos en pro de la equidad y de la coordinación asistencial", resume.

Y aquí El Comprimido se erige en un instrumento fundamental para, subraya, "mejorar la calidad de la prescripción ofreciendo a los profesionales una información independiente y de calidad. Nosotros nos limitamos a informar y ellos sacan las conclusiones que quieren", sostiene anteponiendo a todo la libertad de prescripción de la que gozan todos los profesionales de la Medicina.

Como prueba de la pluralidad de esta publicación, ambas responsables revelan que en la elaboración de cada número participan profesionales de dos de las gerencias en las que está dividido el Servei de Salut. Así, este primer número de esta nueva etapa ha sido elaborado por médicos y farmacéuticos de las gerencias de Son Espases y Eivissa. El siguiente será labor de los especialistas de Son Llàtzer y la Gerencia de Atención Primaria (GAP).

"Ni el primero, ni el último"

Se trata de un trabajo arduo que se dilata durante tres o cuatro meses por número porque se revisan los últimos ensayos clínicos realizados sobre los medicamentos analizados, reitera, aunque siempre bajo la premisa fundamental de una prescripción prudente. Premisa que en un lenguaje coloquial significa que "nunca debes ser el primero ni el último en usar un medicamento nuevo", traduce Carandell que aconseja: "A igualdad de resultados, escoge el viejo".

Carandell recuerda que la Agencia Europea del Medicamento tan solo exige para autorizar un nuevo fármaco que demuestre que no es inferior a uno ya existente en el mercado. "Por eso prefiero recetar uno que ya ha sido probado con miles o millones de pacientes antes que uno nuevo en el mercado tras un ensayo clínico con quinientos. Si demostrara una mayor eficiencia, evalúalo", recomienda precavida.

El mundo de los medicamentos y de la industria que los fabrica es complejo, "una selva" califica más acertadamente Carandell concluyendo que, por eso, El Comprimido es un instrumento fundamental "para que el médico que no puede absorber todas las novedades farmacológicas por falta de tiempo y necesita asesoramiento, reciba una información basada en la evidencia, fiable y contrastada, de calidad e independiente", recapitula como si de los principios activos de la renacida publicación se tratara.

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