De la Colònia de Sant Jordi a ses Covetes, la playa de es Trenc presenta la mayor parte de su arenal lleno de restos de posidonia, como han podido comprobar muchos bañistas que han aprovechado las buenas temperaturas del fin de semana para disfrutar del primer día completo en el espectacular arenal del Migjorn de Mallorca.

Algunos se han puesto en contacto con este periódico para comentar la exagerada presencia de posidonia sobre la arena, que con las altas temperaturas desprende un olor un poco fuerte y dificulta el acceso al mar, pese a conocer los beneficios que la acumulación de esta planta posee para el sistema dunar.

La posidonia oceánica es fundamental para la preservación de los ecosistemas mediterráneos y las playas de Mallorca. En el fondo marino, en forma de grandes praderas, contribuye a la oxigenación del agua. Además, es lugar de puesta, alimento y refugio de numerosos peces, crustáceos y moluscos y su disposición a modo de arrecife o barrera, reduce la fuerza de las olas sobre la playa, evitando la pérdida de arena.

En la playa, en forma de restos muertos, es importante ya que amortigua el impacto de las olas, controlando la regresión y pérdida de arena. Contribuye, además, a la propia formación de arena, pues un 75% de la arena de las playas de las Baleares son fragmentos microscópicos de especies vinculadas a la propia posidonia. Por último, como ya se ha dicho, ayuda a mantener la dinámica natural de los sistemas dunares del Parc Natural-Salobrar de Campos.