Según han informado desde Aepnaa, el objetivo es evitar casos como el fallecimiento en Palma de la niña de cinco años alérgica a la proteína de leche de vaca que murió tras ingerir, en su turno de comedor del colegio, un sándwich de helado sin lactosa.

En 2012, la Comisión General de Educación aprobó un documento de consenso sobre recomendaciones para una escolarización segura del alumnado alérgico a alimentos y al látex, que daba especial importancia a la formación del personal del centro escolar, a la elaboración de un Plan de Actuación para el alumnado alérgico y a la propuesta de un protocolo de intervención ante una reacción anafiláctica.

En relación a este tercer punto, el documento de consenso recomendaba a las comunidades autónomas promulgar la legislación adecuada para crear un ambiente escolar seguro para el niño alérgico y, al mismo tiempo, proteger a los trabajadores de la educación, aportando criterios claros sobre la responsabilidad de custodia, la conservación y la administración de la medicación de urgencia. Sin embargo, siete años después, esta legislación no ha sido desarrollada por las comunidades.