—Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Vamos hacia la Edad Media?"

—No, estamos a principios del siglo XVIII, cuando la gran potencia rusa había de optar entre ser euroasiática o proeuropea. Optó por lo segundo. También ahora la decisión de Rusia lo cambiará todo.

—¿Qué tiene que ver Felipe II para entender a Puigdemont?

—En la medida en que su padre Carlos V, ante la negativa de Cataluña a formar parte activa de su imperio universal, le dijo a Felipe II que tuviera cuidado con un pueblo tan difícil.

—¿Cataluña es un "pueblo difícil"?

—Muy difícil, históricamente. Desde su misma configuración, los catalanes llaman a los carolingios para que les liberen del Islam y luego, una vez liberados, se ponen en su contra. En contra de los carolingios, claro.

—¿Cataluña tiene derecho histórico a sentirse independiente?

—Sí, como tantos otros territorios, pero eso no justifica los procedimientos que se han empleado para llevarlo a cabo. Los derechos históricos tienen sus límites, los catalanes se remiten al momento en que reclamaban la monarquía de los Habsburgo, que no es lo que piden ahora.

—Oriol Junqueras no puede alegar ignorancia de la Historia.

—No debería, y quienes le hemos aprobado, porque fue alumno mío, nos sentimos un poco apurados por ello. No le enseñé demasiado bien.

—¿Qué tal alumno era?

—Un alumno bien, simpático.

—¿Quiénes son los más españoles de España?

—En todos los territorios de España conviven profundos sentimientos españoles y antiespañoles. Ocurre tanto en Girona como en Cádiz o La Coruña. No es constitutivo de una zona determinada, sino una peculiaridad del ser de España. La pasión desmedida, la angustia machadiana.

—¿Le duele más Cataluña o España?

—Ambas por igual. Por ser un español afincado en Cataluña, a la que quiero mucho, me duele que no haya aprendido de su historia. Y como català, me duele que España no haya entendido la complejidad del ser catalán, que hay que asumir.

—Usted ha coronado a la opinión pública.

—Porque en los treinta años transcurridos desde la caída del muro de Berlín, ha adquirido un papel rector en la toma de decisiones. Se ha identificado opinión pública con democracia, lo cual es forzado y falso.

—De Juan Carlos I y Felipe González se puede hacer una valoración entusiasta o demoledora.

—Se le achaca a la historia que juzgue, pero yo tengo que decir, como discípulo de Marc Bloch, que si enjuicia no es historia, que contextualiza narrativamente una situación desde el rigor.

—Si tuviera que replicar al presidente de México en pocas líneas...

—...Le diría que la historia no se puede cambiar y es más compleja de lo que pretende. Hernán Cortés se introdujo en los intersticios de un sistema formado por un conglomerado de pueblos sometidos tiránicamente por los aztecas. México recibió como un alivio a los conquistadores que trajeron su lengua y su religión. No creo que López Obrador quiera discutir la figura de la Virgen de Guadalupe.

—¿Por qué celebra la chusca Historia de España de Pérez-Reverte?

—Porque estoy en las antípodas de su escritura, pero es un libro respetuoso en un género muy español, que arraiga en la novela picaresca y desemboca en Cervantes. Tiene el espíritu de "lo rahez hispánico", que decía Sánchez Albornoz. Los obispos visigodos se insultaban con tacos.

—¿La leyenda negra está bien merecida?

—Felipe II no cuidó las formas, pero todos los países tienen una mala imagen. El problema de España es que no ha sabido dar la buena.

—¿Cuántos libros lee al año?

—Una barbaridad. Soy un lector empedernido porque me gusta mucho leer y porque creo que no sé nada. Leer historia es una aventura, porque sosiega y es muy formativa.

—Cuando ve Notre Dame en llamas...

—...Lo primero, dolor. Inmediatamente, preguntarse cómo la van a restaurar. Primero, debatirlo y después acometer las obras, no al revés. Como medievalista, pienso que no tienen que reproducir el modelo de Viollet-le-Duc del XIX, sino volver a las ideas originales.

—Cataluña, 2030.

—Retorno al equilibrio del seny que ha caracterizado los elementos creativos y de desarrollo de Cataluña. Habrá un reflujo.