Elevar al Tribunal Superior de Justicia de Balears una exposición razonada sobre si el juez Manuel Penalva pudo delinquir a mansalva en la instrucción del caso Cursach es una tarea incómoda.

Esta complicada misión le corresponderá a uno de los otros once jueces de instrucción de Palma, que tendrá que "enjuiciar" la labor de su compañero a la luz de los atestados policiales basados fundamentalmente en unos WhatsApp, de un foro entre los investigadores del caso Cursach. Antoni Garcías se ha abstenido y Antoni Rotger podría también apartarse, lo que dejaría la difícil tarea en Enrique Morell. Lo cierto es que la mayoría de los 12 jueces de instrucción de Palma son amigos entre ellos.