Alumnos del CEIP Es Molinar encerrados en un avión durante cerca de tres horas

Su llegada estaba prevista a las 22:15 pero no tomaron tierra en Son Sant Joan hasta pasada la una de la madrugada.

Los muchachos habían pasado unos días en la Cerdanya acompañados por cuatro maestros. Su vuelo debía salir de Barcelona a las 21:20 , pero no lo hizo hasta después de las 12. Ya en el momento de embarcar las maletas, según relata uno de los docentes, les advierten de que habrá un retraso de una hora y que deben estar pendientes de las pantallas.

La explicación que les ofrece la compañía es que la aeronave que ha de traerles de regreso a Palma todavía no ha llegado a El Prat y que, cuando lo haga, deberán esperar a que desciendan los otros pasajeros antes de acceder ellos. El embarque, finalmente, se produce pasadas las 22h.

Tras permanecer sentados en sus asientos durante 45 minutos, el comandante les anuncia que la distribución de los pasajeros en el avión ha provocado un desequilibrio en el centro de gravedad de la nave y que deben cambiarse de asientos. Según explica uno de los maestros del CEIP Es Molinar, tanto su grupo como otro de un colegio de Pollença, habían sido ubicados en la parte trasera del avión.

Un grupo de adultos que tenían asignados asientos en la parte delantera tuvieron que sentarse en la parte trasera que estaba ocupada por los alumnos de Pollença. Dos personas ataviadas con chalecos reflectantes que tenían impresa la palabra "coordinador" accedieron a la nave para dirigir esta operación.

Una vez redistribuido el peso dentro de la aeronave, los asistentes de vuelo repartieron botellas de agua entre los pasajeros. Los niños empezaban a acusar el cansancio, el calor y las horas de espera. En ese momento, para acabar de inquietar al pasaje, los motores del avión se paran. Todavía tendrían que esperar 30 minutos más sin recibir ninguna explicación.

En total, cerca de tres horas dentro del avión, desde el embarque a las 22:15 hasta la llegada del avión a Palma pasada la una de la madrugada.