La Unión Europea tiene un efecto directo en las vidas de los ciudadanos, pero su mensaje no cala. Y el próximo domingo también se celebran elecciones al Parlamento Europeo, una cita eclipsada por la campaña de las elecciones autonómicas y municipales.

La indiferencia de los electores -especialmente los más jóvenes- por los asuntos que se ventilan en Bruselas obligó el pasado junio al Parlamento Europeo a lanzar la campaña 'Esta vez voto', una iniciativa a la que se han adherido 150.000 voluntarios de todo el Continente para hacer pedagogía sobre la importancia que las instituciones europeas tienen en el día a día de los ciudadanos.

Sergio Llompart, de 21 años, y Joan Carles Munar, de 26, son la 'cuota' mallorquina de una campaña centrada en combatir la abstención juvenil, determinante en la votación que hace dos años desembocó en el brexit en Reino Unido.

"Es como entrar en un club privado en el que te dan unas cosas a cambio de ceder unas competencias. Tienes acceso a fondos de cohesión y de desarrollo regional que te permiten invertir en infraestructuras sostenibles. Pero vemos Bruselas muy lejos. Sabemos muy bien quién es Merkel, pero nadie sabe quiénes son Juncker [presidente de la Comisión europea], Tusk [presidente del Consejo Europeo] o Tajani [presidente del Parlamento Europeo] pese a que lo que deciden nos afecta mucho más", explica Munar.

Déficit de educación

Admiten que la Unión Europea tiene un problema de comunicación, pero Llompart considera que la raíz del distanciamiento entre las instituciones europeas y los ciudadanos está en una educación deficiente: "No se enseñan conceptos básicos como cuántos eurodiputados hay en el Parlamento Europeo, cuáles son sus funciones o qué es un reglamento... Así que los jóvenes terminan la educación básica con un enorme desconocimiento sobre la Unión Europea".

Munar se convirtió en un europeísta convencido después de trabajar en el Centre Balears Europa (CBE), un consorcio creado para asesorar e informar a los residentes en el archipiélago sobre los asuntos de interés relacionados con la Unión Europea. "Se pone mucho énfasis en lo que cobra un eurodiputado por puro morbo: cinco mil euros de sueldo base, trescientos de dietas cada día, si pagan o no impuestos... En cambio no se dice que un diputado del Congreso cobra 3.500 euros, tiene iPad, teléfono móvil y mil euros para taxis", lamenta este profesor de catalán.

A los dos jóvenes les interesa mucho la política y no descartan dar el salto algún día, pero por ahora centran sus energías en hacer pedagogía. Llompart, estudiante de Relaciones Internacionales, lo tiene claro. "Estamos mucho mejor formando parte de una gran familia europea que fuera. Siempre va a ser mejor tener una regulación común y que los ciudadanos puedan moverse libremente entre los diferentes países, que volver a las antiguas divisiones y fronteras", asume Llompart.

La abstención del voto joven en las elecciones europeas de 2014 alcanzó un 13%, un porcentaje inasumible para estos dos jóvenes que hacen campaña en redes sociales, medios de comunicación y su entorno más cercano.

Defienden que los diputados -al menos la mayoría- hacen un buen trabajo, y subrayan que un mallorquín no puede abstraerse de lo que se ventila en las instituciones europeas. "La última decisión que nos afecta a todos es la eliminación de los plásticos de un solo uso", apunta Llompart.

El domingo habrá diferentes tipos de papeletas en todos los colegios electorales. Estos dos jóvenes mallorquines piden que nadie se olvide de las de color azul.