La próxima legislatura se acometerá una reforma en profundidad de la actual ley autonómica de protección de los animales. Al menos eso prometieron los diez partidos representados en el debate organizado ayer por la Comisión de Defensa de los Derechos de los Animales del Colegio de Abogados de les Illes Balears. La actual normativa, de 1992, está "obsoleta y desfasada", según todos los intervinientes, por lo que debería tener los días contados independientemente del color político que domine el próximo Govern.

El moderador, Manuel Molina, lanzó cinco temas de debate sobre los que los candidatos tuvieron que pronunciarse: Son Reus, Natura Parc, las calesas, el nivel de formación de las diferentes policías locales sobre protección de animales y la posibilidad de reformar -o directamente reemplazar- la actual normativa autonómica.

La charla citó a Javier Bonet (PP), Antoni Marí (PSIB), Marga Plomer (Unidas Podemos), Guillem Amengual (Actúa), Carles Cabrera (El Pi), Antoni Jiménez (Moviment 4 Illes), Juan Ignacio Codina (PACMA), Josep Maria Rigo (Més), Ilenia Bauzá (PLIE) y Pilar Aparicio (Ciudadanos).

"Tiene que haber una nueva ley. La sensibilidad social sobre los animales ha cambiado mucho desde 1992. Tiene que haber un consenso y dejar al margen las ideologías", apuntó Marí. Plomer admitió que "el Pacte debería haber sido más valiente" y actualizar la actual legislación, mientras que Amengual reclamó un cambio integral del texto:"Hay que: elevar las sanciones, eliminar tiempos de adopción, limitar la venta de animales y prohibir la venta entre particulares".

Son Reus concitó más divisiones. Molina recordó que una campaña ha recogido diez mil firmas para pedir la dimisión del actual gerente de la institución, que suele ser objeto de críticas frecuentes por parte de los ciudadanos. "Culpar al director es como culpar al entrenador. En Son Reus falta dinero para mantener unas instalaciones de más de 40 años. Nosotros proponemos su rehabilitación integral", afirmó Bonet.

Aparicio le reprochó que hayan prometido un "hotel de lujo", y reclamó "más veterinarios y una alimentación mejor porque los perros están muy delgados". Codina, por su parte, pidió ir "a la raíz" del problema. "De nada sirve tener un Son Reus de ensueño si no hacemos políticas públicas que fomenten la adopción o limiten la compra de animales", advirtió.

También Natura Parc ha estado frecuentemente en el centro de las quejas ciudadanas, aunque hubo coincidencia en que el funcionamiento de esta macroperrera que sirve a una cuarentena de municipios es muy mejorable. En todo caso, hubo coincidencia en que la solución pasa por que los ayuntamientos se hagan cargo de su gestión de manera mancomunada en lugar de ceder el control a una empresa privada, como ocurre a día de hoy.

También hubo mayoría a favor de eliminar las calesas que funcionan en Palma y Alcúdia, aunque todos los intervinientes reconocieron que las licencias hereditarias -los conductores se eternizan transmitiendo los permisos de padres a hijos-son un enorme obstáculo. "Somos abolicionistas y miraremos el mecanismo legal para revisar el reglamento e invalidar estas transmisiones", prometió Rigo.

Jiménez propuso que las posibles indemnizaciones se paguen "con el dinero de la ecotasa".