Los principales ejes comerciales de Mallorca han colgado el cartel de 'completo' a la vista de la escasísima disponibilidad de locales, con la palmesana calle Sant Miquel como ejemplo más claro: ni una sola de sus tiendas está actualmente en oferta. Los datos facilitados por la consultora Gesvalt no solo ponen de relieve que el nivel de ocupación en los principales viales comerciales es de casi un 100%, sino que además permiten a esta empresa hacer un pronóstico: estas zonas de primer nivel pueden registrar una expansión a causa de la presión de las grandes firmas para estar presentes en el centro de Palma, debido a que el Consell de Mallorca ha bloqueado con su plan de equipamientos la apertura de nuevas grandes superficies donde ubicarse.

El informe de Gesvalt subraya que "el sector comercial vive un gran momento en Palma, tal y como señalan las bajas tasas de disponibilidad en las principales vías de la ciudad, comparables a las de los ejes más importantes de Madrid y Barcelona". Dos son las calles que se ponen como ejemplo: Jaume III y Sant Miquel, ambas con locales en oferta que no alcanzan el 4% del total, hasta el punto de que en la segunda no se encuentra ni un solo establecimiento disponible. La posibilidad de implantarse en el Born también es extraordinariamente baja, al haberse ocupado ya dos de los cuatro locales disponibles y haberse registrado en esta calle el mayor acontecimiento del pasado año, con la apertura de una tienda de Zara Home En esta vía, la disponibilidad se sitúa en un 4,3%, con dos locales en oferta sobre un total de 46.

Además del caso de Zara, se destacan los de la apertura de Xiaomi en Jaume III o la de Snipes en Sant Miquel.

El interés de las grandes firmas por estar presentes en el centro de la ciudad se refleja en la presión que se hace sobre los alquileres, colocándose éstos entre los más altos de España.

Las calles más caras

Gesvalt sitúa las rentas que se reclaman en el Born en los 200 euros por metro cuadrado y mes. Como referencia, hay que señalar los 275 euros por metro cuadrado que se pagan en la Porta de l'Àngel de Barcelona, los 260 de la madrileña calle Preciados, los 170 de la malagueña Marqués de Larios, los 160 de la Gran Vía López de Haro en Bilbao y los 155 de la valenciana calle Colón. Eso coloca al citado vial palmesano entre los más costosos del país.

La segunda calle más cara de la isla es Sant Miquel, con 170 euros por metro cuadrado en el tramo más próximo a la Plaça Major, lo que la coloca también en uno de los puntos más altos de España. Hay que tener en cuenta la intensidad en la circulación de viandantes en este punto, la más elevada de la ciudad.

El tercer puesto recae en Jaume III, con sus 145 euros mensuales por metro cuadrado en su tramo más próximo a la plaza Juan Carlos I. Hay que destacar que de los tres viales de Palma señalados en el informe, es el que muestra un mayor grado de especialización en el comercio de moda.

En cualquier caso, este informe apunta una apreciable estabilidad en los alquileres antes señalados, con ligeras oscilaciones según los tramos.

Los riesgos del éxito

Desde esta consultora se recuerda la reciente aprobación del plan director de equipamientos comerciales por parte del Consell de Mallorca, que hace pocos días ha aparecido por fin publicado en el Boletín Oficial de Balears, dando el pistoletazo de salida a su entrada en vigor. Dado que éste supone la limitación a la entrada de nuevas grandes superficies comerciales, se apunta la posibilidad de que el deseo de implantarse en Mallorca por parte de grandes marcas pueda provocar un crecimiento de los ejes comerciales de mayor nivel de Palma e incluso generar algunos nuevos. En relación a este tema, se pone de relieve el "creciente interés municipal en la reactivación urbana, con la reciente aprobación del proyecto de peatonalización y embellecimiento del eje comercial formado por las calles Velázquez y Josep Tous y Ferrer", con el objetivo de dar continuidad al de la calle Sant Miquel y "dar un fuerte impulso al comercio al aumentar en gran medida el tráfico de peatones".

La fuerte demanda de locales palmesanos por parte de primeras marcas tiene riesgos para el comercio tradicional, según ponen de relieve los presidentes de las dos patronales del sector, Toni Gayà, de Afedeco, y Antoni Fuster, de Pimeco. Ese peligro es la de generar un éxodo de las tiendas tradicionales hacia zonas del extrarradio,dejando los mejores espacios de la ciudad en manos de franquicias y marcas internacionales, algo que ya se ha dado en algunos viales y que se puede ir agravando a medida que se registre la previsible expansión de lo que se considera como ejes comerciales de primer nivel.

Como ejemplo, se recuerda la creciente apertura de establecimientos de este tipo que se está dando en viajes como Sindicato y que conviven con otros comercios tradicionales.

Y ello a pesar de que en algunos de los grandes centros comerciales de la isla existe disponibilidad de locales, sin que sean ocupados por las citadas grandes firmas, según destaca Gayà. La clave, se señala, es que son las calles más céntricas de la ciudad el destino de los turistas que bajan a Palma durante los días nublados del verano o de los cruceristas durante sus escalas en la isla, multiplicando la afluencia de clientes potenciales en estos ejes viarios y las posibilidades de hacer caja.

La ventaja para el comerciante local en algunas calles del centro es que los locales son de un tamaño relativamente pequeño, lo que hace que no sean atractivos para muchas franquicias y marcas internacionales, lo que reduce el riesgo de que se produzca la citada expulsión, añade Fuster, que cita a Jaume II como ejemplo de otro eje en el que se pueden encontrar tiendas de todo tipo.

Sin embargo, ambos representantes del comercio tradicional lamentan el citado éxodo, que además provoca que "el centro de Palma se esté despersonalizando, y la que pierde es la ciudad", según pone de relieve el presidente de Pimeco.