El fuerte impulso que ha alcanzado la concienciación ciudadana sobre la necesidad de combatir el cambio climático y las medidas que es necesario adoptar, con la ley balear como referente, centraron el debate celebrado el pasado martes en el Club Diario de con el patrocinio de Acciona. En la mesa estuvieron presentes el conseller de Territorio y Energía, Marc Pons; el director de regulación de Acciona, José López-Tafall; la representante de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS) y coordinadora de la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad de la UIB, Ruth Escribano; Luis Morales, técnico de la Fundación Renovables; y el director del departamento de Geografía de la Universitat balear, Miquel Grimalt, en un intercambio de ideas moderado por la directora de Diario de Mallorca, Maria Ferrer.

La mesa redonda se abrió con el anuncio por parte de Maria Ferrer de que este periódico y todas las cabeceras del grupo Prensa Ibérica van a potenciar las informaciones sobre el cambio climático, sus causas y las acciones que se pongan en marcha para afrontarlo.

Debate social

Respecto al intenso debate abierto en la sociedad española en torno a este tema y las movilizaciones impulsadas por los jóvenes para hacer frente a este problema y no hipotecar su futuro, Luis Morales consideró que "han venido para quedarse", y que tras años alertando de que el cambio climático es una realidad, la ciudadanía comienza a detectar sus efectos, con fenómenos meteorológicos cada vez más intensos. "Estamos ante el mayor reto de la Humanidad en el siglo XXI", sentenció.

José López-Tafall consideró que el mensaje de la lucha contra el cambio climático no había calado en la sociedad, pero que dos hitos han cambiado esta percepción. Uno en la Cumbre de París celebrada en 2015, de la que salió un acuerdo multilateral de todos los países del mundo y en la que se vio que no se trataba de un mensaje partidista. Y el segundo es "la evidente reducción de costes de las soluciones" para hacer frente a este problema.

Ley balear

El conseller Pons subrayó la necesidad de que todos participen en las medidas para hacer frente al cambio climático y coincidió en que los Acuerdos de París suponen un antes y un después. Recordó que el modelo energético es sobre el que descansa una parte muy importante de la economía. Y para cambiar ese modelo apuntó "tres patas fundamentales": la conciencia ciudadana, grandes acuerdos políticos y compromiso económico de los principales sectores. Subrayó que la ley balear contra el cambio climático pretende establecer la forma de hacer el tránsito de modelo energético en las islas, y la necesidad de explicar a la ciudadanía que "no es un cambio de hoy para mañana" debido a su profundidad, y la necesidad de alcanzar acuerdos a muchas bandas. Así, apuntó la prioridad de abandonar los combustibles fósiles y buscar fuentes diferentes para la movilidad, por lo que a partir de 2025 se vetará el uso de coches diésel y desde 2035 no podrá circular ni uno de combustión interna. "Tenemos tiempo para adaptarnos a ello, sin ninguna duda".

Inundaciones

Miquel Grimalt mostró su satisfacción porque se reconozca socialmente la existencia del problema, pero advirtió de que no hay que mentir. Afirmó que el cambio climático existe y hay que actuar contra él, pero "es un elemento más de un cambio global", por lo que no solo hay que actuar sobre un nuevo modelo energético, sino sobre un nuevo modelo de sociedad. Y se mostró crítico con algunos aspectos que se vinculan a este problema, por lo que afirmó que el que se produzcan inundaciones en Mallorca no es por el cambio climático, sino por tratarse de un territorio mediterráneo en el que en verano no llueve, pero "en otoño cae la que cae". En cualquier caso, sí subrayó que el problema a debate puede ir acompañado de un alza del 3% al 5% en las inundaciones.

Ritmos del cambio

Ruth Escribano valoró el impulso que la concienciación ciudadana sobre la existencia de este problema ha registrado, especialmente entre las mujeres jóvenes. Pero advirtió de la lentitud con la que se han ido implantando medidas, y subrayó que "el tiempo está corriendo en nuestra contra". Por ello, defendió que las medidas que hay que adoptar "deben de ser mucho más valientes y transgresoras", algo que en su opinión no se está haciendo. Añadió que las islas pueden ser un laboratorio para la implantación de nuevas iniciativas. "No se ha avanzado tanto como se debería de haber hecho".

Marc Pons coincidió en que ser un territorio insular hace más fácil la gestión de cambios de esas magnitudes que en el continente. Por ello, la Unión Europea ha animado a ser punta de lanza en la lucha contra el cambio climático. Además, puso en valor que estamos ante una oportunidad de generación de nuevos puestos de trabajo y de crecimiento económico.

Luis Morales aplaudió el que de todas las leyes autonómicas contra el cambio climático que hay ahora sobre la mesa, la más ambiciosa es la balear, y defendió también que no se trata solo de afrontar un cambio en el modelo energético, sino de sociedad. "Debemos elevar la ambición en este tema".

La representante de REDS insistió en la necesidad de cambios radicales y en que el crecimiento económico no puede seguir en la línea actual, al conseguirse a costa de derechos de otros pueblos. Por ello, consideró que la solución no pasa por conectarse con la península para seguir consumiendo lo mismo, ya que eso supone trasladar el problema a otras zonas.

Grimalt advirtió de la necesidad de que los cambios no castiguen a las clases sociales más desfavorecidas, dado que no todos pueden comprar un coche eléctrico.

Oportunidad de negocio

El representante de Acciona destacó que descarbonizar la economía supone oportunidades de negocio para las empresas, y afirmó que la sostenibilidad es un compromiso con la sociedad, pero que también aporta ventajas económicas. "Hay que innovar en la forma de producir, y eso también supone más empleo". Añadió que la función de las empresas es ofrecer soluciones innovadoras, pero no fijar el modelo de sociedad.

Pons puso en valor que el sector empresarial vea oportunidades de negocio en las transformaciones contra el cambio climático, señaló que es "una garantía de que no estamos ante una moda pasajera", y vaticinó una carrera empresarial. Desde lo público se deberá garantizar que se trate de una transición justa, añadió. El conseller achacó las reticencias y alegaciones de los fabricantes de automóviles a que la producción en España está muy especializada en el diésel.

Luis Morales defendió que los fabricantes no tienen motivos para quejarse al considerar que se ha dado un plazo suficiente para afrontar la prohibición de ese tipo de motores. En su opinión el futuro pasa por el transporte colectivo, ya que "no hay energías renovables suficientes para que todos nos movamos en vehículos privados".

Tsunami

López-Tafall vaticinó la llegada de un "tsunami" al mundo de la energía de la mano de los avances tecnológicos, que en su opinión van a permitir que todos accedan a ella de una forma más eficiente. En este sentido, Marc Pons recordó que el secretario general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, Erik Jonnaert, ha vaticinado que en tres años el precio del coche eléctrico será similar al del convencional.