Baleares participará en la reintroducción del águila pescadora en la Comunidad Valenciana, de manera que cuatro polluelos nacidos en el archipiélago reconectarán las poblaciones balear y peninsular, los dos primeros este mismo año y otros dos en 2020.

El Servicio de Protección de las Especies ya ha seleccionado un polluelo de águila pescadora nacido en Menorca para formar parte del proyecto de reintroducción de esta ave en la Comunidad Valenciana, ha detallado de la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca en un comunicado.

Además se está estudiando la idoneidad de extraer un segundo pollo de un nido de Cabrera, donde la población dispone de siete parejas territoriales.

Los polluelos serán trasladados al Centro de Recuperación de Fauna de las Islas Baleares en Mallorca (el Cofib, situado en Santa Eugènia), donde serán alimentados por los técnicos del centro en condiciones controladas.

En el Cofib estarán hasta que cumplan 30 días, momento en el cual viajarán en Valencia para llevar a cabo la liberación campestre o asistida. Entonces empezará su periplo en avión, en unas cestas especiales, hacia tierras valencianas.

La Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad se ofreció a entregar dos polluelos de águila pescadora cada año (durante el 2019 y 2020) para destinarlos al Plan de Reintroducción del águila pescadora en la Comunidad Valenciana, dado que la extracción de dos polluelos al año de la población balear no pondría en riesgo la población actual.

La Generalitat Valenciana solicitó la colaboración del Govern balear con esta especie después de una primera reunión, en mayo de 2018, en la que también participaron la Generalitat de Catalunya, la Junta de Andalucía, y varios investigadores y miembros de organizaciones conservacionistas.

En aquella reunión se acordó reintroducir el águila pescadora en el entorno de la Cabo de Sant Antoni (Alicante), para reconectar la población balear con la peninsular.

Posteriormente, se llevó a cabo un análisis y simulaciones de la extracción de dos polluelos de águila pescadora de la población balear, a cargo del Miguel Ferrer y de la Fundación Migras, en un estudio que indicó que la extracción de dos polluelos al año no pondría en una situación de compromiso la población balear y permitiría que ésta siguiera creciendo.

El águila pescadora pone los huevos entre los meses de marzo y abril, y los jóvenes ejemplares vuelan a finales de junio, ha detallado el departamento de Medio Ambiente. Su nido está compuesto por ramas que van añadiendo año tras año sobre la misma plataforma, que suele estar plantada sobre un pino en plena costa o sobre un saliente rocoso o una pequeña gruta de la pared de algún acantilado.

El águila pescadora forra el nido con materia vegetal esponjosa, como posidonia. Ponen de dos a tres huevos por puesta, que eclosionan en unos 40 días.

Como muchas otras aves de rapiña, el tercer polluelo suele ser el más menudo y débil y, muchas a veces, si no es un año bueno para la pareja, muere por inanición o directamente devorado por los hermanos, hecho que es conocido como cainismo.

Gracias al seguimiento de las parejas reproductoras y sus nidos, se puede intervenir en el rescate de los ejemplares más débiles o con probabilidad muy baja de supervivencia y trasladarlos a un centro de recuperación para poder incorporarlos a proyectos de reintroducción como estos.

Estas acciones no sólo ayudan a incrementar el número de polluelos volados por pareja, sino que además suponen una dispersión dirigida de los ejemplares con una finalidad de conservación y recuperación de la especie en el ámbito estatal