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Solo en el 0,16% del mar balear está prohibida todo tipo de pesca

La Fundación Marilles responde a las críticas contra las reservas marinas integrales contraponiendo que los pescadores recreativos, profesionales o submarinos pueden pescar en el 95% de su superficie

En la reserva Isla del Toro se permite el buceo porque también hay actividad pesquera. Fundación marilles

Un estudio reciente sobre las áreas marinas protegidas del mar balear realizado por la Fundación Marilles ha puesto de manifiesto que en tan solo el 0,16% de la superficie marina que abarca este término -esta organización medioambiental sin ánimo de lucro define el mar balear como las aguas que van desde la costa hasta la isóbata situada a mil metros de profundidad, en total, 28.290 kilómetros cuadrados- está totalmente prohibida cualquier actividad pesquera ya sea profesional, recreativa en barca o desde la costa o submarina.

Así, de los 28.290 kilómetros cuadrados del mar balear tan solo no se puede pescar en 44,8 kilómetros cuadrados. La superficie total de las aguas litorales (costeras) de Balears suma unos 5.000 kilómetros cuadrados. Con otras figuras de protección frente a la actividad pesquera, no integrales, se encontrarían unos 1.642,7 kilómetros cuadrados, el 5,8% del mar balear, aunque estas áreas marinas sí protegerían en parte casi un tercio de la superficie total del litoral del archipiélago (con 5.000 kilómetros cuadrados de superficie).

Por tipos de pesca, la submarina está prohibida en 1.319,47 kilómetros cuadrados, el 4,7% del mar balear y el 26,4% del litoral. La recreativa lo estarían en el 3,4% y el 19,4% respectivamente.

El director de la Fundación Marilles, Aniol Esteban, quiere de esta manera contrarrestar con datos las quejas de algunos sectores pesqueros cuando se crean nuevas áreas marinas protegidas en el litoral balear en las que, aseguran, se está coaccionando su libertad de pescar. "Se puede pescar de alguna forma en el 95% del mar balear y en tres cuartas partes del litoral del archipiélago. Es posible hacerlo en 7,5 de cada 10 kilómetros cuadrados. Estas cifras demuestran que la conservación no implica una privación de las libertades de los pescadores", zanja.

"Subir el nivel de ambición"

"Hay que subir el nivel de ambición en las reservas marinas", señala el responsable de Marilles aludiendo a la posibilidad de aumentar las zonas de las áreas protegidas en las que, a su juicio, no se debería permitir ninguna actividad pesquera humana.

Esteban apunta a que en el Mediterráneo, por término medio, las áreas marinas protegidas que cuentan con esta protección total oscilan entre el 1% y el 2% de su superficie, un porcentaje sustancialmente mayor al 0,2% balear que tiene esta preservación.

El responsable de esta entidad privada sin ánimo de lucro que vela por la preservación de los ecosistemas marinos y que financia proyectos con fondos de dos fundaciones internacionales (suiza y holandesa) subraya además que algunos estudios científicos internacionales cifrarían entre el 20% y el 30% las áreas marinas que deberían disfrutar de esta máxima protección.

"No hay duda además de los beneficios que pueden llegar a reportar estas reservas integrales. Sin ir más lejos, en Cataluña las Islas Medas dan trabajo a 115 personas", arguye Esteban sin entrar a valorar el retorno que supondría el turismo de buceo en esa reserva marina integral.

"Las reservas marinas están en Balears muy por debajo de su potencial ya que en las islas se podrían crear hasta diez nuevos santuarios marinos", estima.

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