La obligatoriedad de controlar la jornada laboral de los trabajadores ha registrado ya las primeras incidencias en Mallorca, al exigirse en algunos establecimientos hoteleros a sus empleados que firmen en papel unos horarios que no son los que realmente han realizado, según ha destacado la secretaria general de la federación de Servicios de CC OO en las islas, Silvia Montejano, a la vista de las denuncias recibidas por este sindicato por parte de algunos de sus delegados.

Según esta responsable sindical, en algunos negocios se está optando por desarrollar el control haciendo constar sobre el papel un horario que no coincide con el que se ha asignado a los empleados, pero se obliga a éstos a firmarlo. Ante este tipo de situaciones, la recomendación de Montejano es que no se firme este documento y se avise a algún representante de los trabajadores, para que sea éste el que se enfrente a la empresa y no el empleado.

Hay que recordar que desde CC OO y UGT ya se apuntó que el sistema de registro en papel es el más sencillo pero también el que conlleva un mayor riesgo de fraude, por lo que estas organizaciones recomiendan el reloj digital en la entrada del centro o una aplicación para móvil.

Al margen de estas denuncias, tanto Montejano como el secretario general de UGT en Baleares, Alejandro Texías, han aplaudido que el Gobierno central haya puesto en marcha el control obligatorio de jornada, al considerar que el archipiélago, debido a su economía de servicios, está entre las comunidades autónomas en las que más fraude se comete respecto a las horas extras que se desarrollan en negro.

El hecho de que con el tiempo se puedan limitar esos comportamientos irregulares va a suponer la creación de más puestos de trabajo, según han puesto de relieve. En cualquier caso, se pone en valor la labor que la Inspección de Trabajo va a tener que hacer para que ese registro de jornada se aplique de forma realmente efectiva.

Desde la patronal CAEB se señala que su labor se está centrando en facilitar información a las empresas para que puedan cumplir con estas nuevas exigencias, mientras que el presidente de PIMEM, Jordi Mora, ha indicado que casi todas las empresas han puesto ya en marcha los controles, aunque la inmensa mayoría de las pequeñas están recurriendo inicialmente al papel. En su opinión este control de horarios "no gusta a nadie, ni a empresarios ni a trabajadores".

El conseller de Trabajo, Iago Negueruela, también ha defendido la medida impulsada por el Gobierno estatal, y ha recordado que era una reclamación tanto de su departamento como de la Inspección de Trabajo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los asalariados.

En su opinión, esta vigilancia va a ayudar a reducir todavía más la contratación a tiempo parcial en favor de la jornada completa, y ha recordado que Balears es la comunidad en la que más se ha logrado recortar esta parcialidad. Para ello, ha coincidido con los sindicatos en que el papel de la Inspección de Trabajo va a ser clave.