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El acoso laboral a una profesora de la UIB llega a la vista preliminar

Un juzgado de lo penal convoca esta semana a la presunta víctima y a dos docentes acusados para que busquen un acuerdo

Facultad de Filosofía en el campus de la Universitat de les Illes Balears. B. Ramon

El presunto acoso laboral y las amenazas que habría sufrido una profesora de Filosofía de la UIB, y del que se culpa a dos compañeros de claustro, entre ellos un catedrático, llegará esta semana a la vista preliminar en un juzgado de lo penal de Palma

La titular del juzgado ha convocado a la supuesta víctima y a los dos acusados para que lleguen a un acuerdo que haga innecesario el juicio o se mantengan en sus tesis.

La fiscalía y la denunciante, representada por Gabriel Lladó, reclaman sendas penas de dos años de cárcel para los acusados, que defienden su inocencia. Los hechos ocurrieron hace algunos meses y fueron denunciados por la profesora Lucrecia Burges. Esta docente sostiene que, durante mucho tiempo, fue víctima de numerosas llamadas y correos amenazantes, de los que culpa a sus dos compañeros de departamento.

Quitarle la asignatura

Burges denunció al sentirse "hostigada, calumniada y vejada" en su departamento. La denuncia fue interpuesta tras recibir la doctora numerosos correos electrónicos, a través de servidores radicados en el extranjero que la Policía no ha conseguido identificar. Aunque la mayoría de los textos se refieren con tenor insultante a cuestiones académicas, alguno de ellos se adentra en la esfera personal y afecta a la relación con otros miembros de la UIB.

Los correos se complementaron con una batería de llamadas anónimas, recibidas en su domicilio por la denunciante. Genéricamente se le culpaba de actividades ilegales, con insinuaciones del estilo de "nos consta que has plagiado tu tesis". También aquí se ocultaba la identidad del teléfono de procedencia, camuflado a través de páginas web.

Los dos profesores acusados negaron con rotundidad su participación en los mensajes y en las llamadas. Respecto del móvil, en un departamento de Filosofía donde han proliferado las iniciativas judiciales entre sus miembros, la denunciante sospecha que se pretendía apartarla de la materia que viene impartiendo. El control de una asignatura universitaria se traduce en poder, plazas laborales y dinero.

Los acusados son Miguel Beltrán, catedrático de Filosofía, y el también profesor Andrés Jaume.

Fuentes próximas al caso, han señalado que difícilmente habrá un acuerdo en la vista de la semana que viene y se tendrá que determinar un día para la celebración del juicio oral. En la causa han declarado otros profesores y alumnos de la UIB.

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