Pocos Primeros de Mayo han tenido un carácter electoral tan pronunciado como el celebrado ayer en Palma. "El próximo día 26 queremos las urnas llenas de colores rojos", "el 26 hay una segunda vuelta y no nos podemos dormir" o "el día 26 hay que revalidar la mayoría progresista y todos los trabajadores deben de ir a votar" fueron algunas de las proclamas lanzadas, por este orden, por los secretarios generales en las islas de UGT, STEI y CCOO, Alejandro Texías, Miquel Gelabert y José Luis García respectivamente.

La participación en la manifestación que recorrió el centro de Palma, desde la Plaza de España hasta el Parc de la Mar, mantuvo el perfil bajo de las últimas ediciones, con cerca de 2.000 personas, en esta ocasión especialmente silenciosas, sin que se corearan eslóganes de forma masiva. La sensación era la de un colectivo que aprovechaba el festivo para pasear al sol como forma de relajarse tras el trabajo ya realizado, a la vista de la victoria de los partidos de izquierda en las recientes elecciones generales.

Quizás por eso una de las prioridades de los secretarios generales de los tres sindicatos convocantes de la movilización más numerosa (USO y CGT también realizaron las suyas) fue precisamente la de reclamar que no se baje la guardia y buscar la movilización de los trabajadores de cara al próximo 26 de mayo, aunque sin olvidar unos resultados del pasado 28 de abril que se consideran una victoria del progresismo. Eso explica la insistencia de Texías a la hora de advertir: "Pedro [Sánchez], no mires al centro, solo a la izquierda", respecto a las alianzas que a partir der ahora se van a tener que negociar. A ello se suma la demanda de que se reviertan los aspectos más lesivos de la reforma laboral expuesta por García, o de mejorar la financiación balear planteada por Gelabert.

Presencia de la izquierda política

La necesidad de recordar que quedan pendientes las elecciones autonómicas y municipales se reflejó también en la nutrida representación durante la manifestación del PSIB-PSOE, incluida la presidenta balear, Francina Armengol, y de Més, al igual que la presencia más discreta de dirigentes de Podemos. Armengol aprovechó la ocasión para hacer un rápido balance de las mejoras en materia laboral impulsadas por su Ejecutivo.

Pese a que el recorrido fue poco ruidoso, no por ello estuvo exento de reivindicaciones, como la reclamación de "más derechos, más igualdad y más cohesión" recogida en la pancarta que abría la manifestación, o la exigencia a los empresarios de que acepten firmar buenos convenios colectivos para el comercio o el transporte discrecional, actualmente en fase de negociación.

También se reclamaron pensiones dignas, el cumplimiento del convenio de construcción o el reconocimiento para el personal del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) de la categoría de bomberos forestales de cara a un verano que se prevé "caliente' en esta materia.

A ello se sumaron anécdotas como la presencia de banderas venezolanas ante los incidentes que se están registrando en ese país, o de algunos representantes de Vox en la Plaza de España antes de que se iniciara el recorrido por el centro de la ciudad.

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