Meliá Hotels International, en relación con la demanda que presentarán en Palma los herederos de una finca confiscada tras la revolución cubana repleta en la actualidad de hoteles, alega que no es propietaria de bienes que puedan ser objeto de reclamación. La hotelera se remite este martes al comunicado que emitió hace unos días ante el levantamiento de la suspensión del Título III de la Ley Helms Burton por parte de la Administración estadounidense y recuerda que seguirá trabajando por el desarrollo de la industria turística "más sostenible en Cuba".

Los herederos de Rafael Lucas Sánchez Hill, que fue dueño en Cuba de una gran finca confiscada tras la revolución de 1959, no han decidido aún si demandarán en EE UU a los que se benefician de una propiedad "robada", declaró a Efe su abogado, Nicolás Gutiérrez. Pero esta semana los abogados de los descendientes de Sánchez Hill presentarán formalmente en los tribunales de Palma la demanda contra Meliá, que regenta varios hoteles en la zona costera de aquella propiedad, una vez concluida la fase de conciliación.

Según Gutiérrez, abogado cubano-estadounidense de Miami, no se alcanzó acuerdo de conciliación porque el grupo hotelero alegó que no reconocía la jurisdicción española en el caso.

Por su parte, desde Meliá se insiste en que la hotelera opera legítimamente en Cuba,la hotelera opera legítimamente en Cuba y en otros 44 países, y defiende su gestión "impecable, profesional y responsable desde hace treinta años" en el país, un destino que "debe seguir abierto al turismo internacional".

A pesar de la inseguridad jurídica actual, la cadena que lidera Gabriel Escarrer insiste en que "continúa operando con plena normalidad" en Cuba a pesar del levantamiento de la suspensión de la Ley Helms Burton.

"Meros gestores"

"Confirmamos la no-propiedad de Meliá de bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de potencial reclamación tras su expropiación en la década de 1960", declara tajante la hotelera de los Escarrer. "De dirigirse alguna reclamación contra algún hotel, nuestro papel sería el de meros gestores hoteleros -insisten-, con un rol equivalente al del resto de actores de la cadena de valor del negocio turístico: agentes de viajes, turoperadores, líneas aéreas, etc., vinculadas a la explotación turística en Cuba".

Por otro lado, Meliá agradece el apoyo y la reacción tanta del Gobierno español como de la Comisión Europea a las empresas afectadas por una ley que se considera extraterritorial, "y que nos pondría en el objetivo por el simple hecho de ser un actor económico dedicado al turismo". En este sentido, recuerdan las recientes palabras que el expresidente Barack Obama dijo en Sevilla, durante la Cumbre Mundial del Turismo, donde se refirió a esa actividad como "una herramienta para construir un mundo mejor".

El primer día para plantear demandas ante los tribunales estadounidenses en relación a las expropiaciones en Cuba será este jueves.Todos los presidentes estadounidenses desde Bill Clinton habían mantenido desactivado el título III, pero el actual, Donald Trump, decidió ponerlo en vigor.

El abogado Gutiérrez afirma que Meliá tiene "bienes dentro de la jurisdicción estadounidense", como dos hoteles en la zona de Miami, que si se plantease una acción similar en EE UU, podrían valer para resarcir a los herederos de Sánchez Hill. Añade el letrado que desde hace 30 años se han celebrado reuniones con representantes de Meliá y que tuvieron la oportunidad de resolver este asunto sin que la aprovecharan. Los edificios hoteleros en Cuba en la zona en litigio son propiedad del Grupo Gaviota, que controlan los militares cubanos y pertenecen al conglomerado empresarial Gaesa.

Meliá cuenta con 34 hoteles en Cuba, localizados en Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Largo, Cayo Santa María, Holguín, La Habana, Santiago de Cuba, Varadero, Camagüey y Cienfuegos.