Bajo los escombros del PP, se alza una clara superviviente: María Salom. La exdelegada del Gobierno, relegada por los suyos en Baleares tras ser digitada inicialmente por Pablo Casado como candidata al Congreso, logra ir al Senado. Pese a que los tres escaños nominales a la cámara alta que se reparten en Mallorca han correspondido históricamente a la primera y la segunda fuerza en un reparto de dos a uno, Salom logra sumar un nuevo cargo a una dilatada trayectoria de 28 años en política de una legislatura más, pese a que el Partido Popular es cuarta fuerza en Mallorca y en el conjunto de Baleares.

Con la primera fuerza del PSOE en los comicios, los socialistas que hasta ahora sólo tenían a Francesc Antich como senador por designación autonómica y que en 2016 no lograron ni un senador suman ahora cuatro, dos de Mallorca, uno de Ibiza y uno de Menorca. Cosme Bonet y Susana Moll entran como los dos primeros senadores por la isla con un 26 por ciento de los votos. La tercera, María Salom, que logra adelantar a los dos aspirantes de la coalición de Podemos y Més, Pep Malagrava y Rosa Cursach, pese a que los de Pablo Iglesias son segunda fuerza.

De hecho, entre María Salom y su compañero de partido, Miquel Ramis, quedan los dos senador de Podemos y Més y el aspirante de Ciudadanos, Pedro Ribas. La exdelegada del Gobierno, roza el 19 por ciento de los votos en Mallorca, donde el PP se queda con un 16'4. Un fenómeno que sólo puede explicarse en que hayan confiado en ella votantes de Vox o Ciudadanos al Congreso y que supone toda una hazaña para la también exlíder del Consell.