Punto y final a dos semanas de campaña electoral. Durante quince días los candidatos de los partidos lo han dado todo para hacerse con uno de los ocho escaños en juego en Balears. Han sacado las maletas, han colocado anuncios a las afueras, se han pateado la geografía de las cuatro islas, han presentado sus propuestas, han debatido entre ellos, han hecho panadas y han reunido a los suyos en actos más o menos multitudinarios. Ayer pusieron el broche. Todos llaman a la movilización y apelan al voto útil que todos creen que encarnan ellos. Ya sólo queda reflexionar...y votar.

Al mediodía y antes de ir hacia Madrid dio por cerrada la campaña la candidata del PP, Marga Prohens, que apeló a "un voto de responsabilidad para conseguir un cambio de presidente del Gobierno" y recordó los últimos datos económicos que indican un aumento del número de parados, en Balears, como en el resto del país. "Nos jugamos mucho", apuntó la cabeza de lista del PP, pidiendo al votante que no tiene decidido su voto, pero que no quiere que Sánchez continúe en la Moncloa, que su única opción es confiar en el candidato del PP, Pablo Casado.

Por su parte, la candidata de Unidas Podemos, Antònia Jover, advirtió sobre la posibilidad de que este domingo salga de las urnas "un gobierno de derechas, en blanco y negro y que nos devuelva 40 años atrás". Por eso, apeló a votar a la formación de Pablo Iglesias "para que sea posible un gobierno progresista, que trabaje por la gente". Durante el acto de cierre de campaña, celebrado en La Tertúlia Cafè, junto a la número dos al Congreso, Lucía Muñoz, y el candidato al Senado, Pep Malagrava, Jover previno también sobre un posible pacto de PSOE y Ciudadanos que, a su jucio, equivale a "un gobierno de derechas".

Cs carga contra PSOE y Vox

A pocas calles de distancia, en el Escorxador, el cabeza de lista de Ciudadanos al Congreso, Joan Mesquida, lanzó una doble advertencia de cara a los comicios sobre dos de sus contrincantes: los socialistas y Vox. Mesquida advirtió de que el modelo que representa su antigua formación, el PSOE, "traerá inestabilidad política y social", "lo que supondrá un bloqueo económico" y de la opción de la ultrederecha apuntó que votarles equivale a pegarse "un tiro en el pie" que perjudicará la economía.

Més buscó los guiños a su destino. Los ecosoberanistas pusieron el broche a la que anunciaron como "la madre de todas las campañas" en la Plaza Madrid y repartiendo llonguets de calamares, para juntar Mallorca y la capital. En el cierre, el candidato de la coalición, Guillem Balboa, cerró la campaña reclamando "una revolución cívica y un cambio de régimen" como "antídoto a la derecha y la extrema derecha" y reivindicándose como el "voto útil".

El candidato de El Pi, Joan Miralles, apuntó a "la oportunidad de cambiar las cosas, ya que hace 40 años que hacemos lo mismo y no nos funciona". Miralles se refería a que los diputados que han tenido las islas no han conseguido lo que se merece Balears en temas de financiación. El líder del partido, Jaume Font defendió que "el verdadero voto útil es tener un partido de las islas en Madrid".

Vox cerró la campaña con una comida con voluntarios del partido que han colaborado en la campaña y su candidata, Malena Contestí, también reivindicó a la formación de extrema derecha como "el voto útil" de estas elecciones. Hoy, jornada de reflexión, los candidatos ya no harán campaña, confiando en que su mensaje ya haya calado a estas alturas. Mañana, más de 800.000 baleares están llamados a votar y decidir el reparto de ocho diputados que pueden decidir el futuro de España.