Alrededor de veinte personas se concentraron ayer por la mañana frente a la delegación de Hacienda de Palma convocadas por la Asociación de Víctimas de Cursach y en reivindicación de que se investigue tributariamente al empresario de la noche del mismo nombre. Los concentrados también denunciaron el miedo que impera entre algunos de los testigos que han declarado en contra de la presunta trama de corrupción. Los manifestantes corearon eslóganes como "Hacienda somos todos" o "Igualdad para todos". Según el empresario de la noche Bruno da Silva, uno de los convocantes, algunas personas no asistieron a la protesta por miedo. Da Silva denunció que otras personas investigadas por Hacienda han sido obligadas a pagar, mientras que Cursach ha salido indemne.

La Asociación reclama que se reabra el caso Cursach en cuanto al fraude tributario, que según ellos, ascendería a 51 millones de euros. Da Silva respaldó un informe del Grupo de Blanqueo de Capitales que apuntó a un posible delito fiscal del Grupo Cursach de más de 51 millones de euros, un atestado que fue descalificado después por la Agencia Tributaria, que rechazó la existencia de indicios. El juez Miquel Florit decidió no investigar a Cursach por esos presuntos delitos. El empresario de Calvià Da Silva calificó de "vergüenza" el hecho de que el testigo protegido 29 del caso Cursach, el exjefe de barra de Tito's, haya tenido que pedir asilo político en Suiza.