Los transportistas y distribuidores de alimentos y bebidas dejarán de servir productos en el aeropuerto de Palma, si en un mes no se habilita un espacio adecuado para poder descargar la mercancía, lo que facilitaría el trabajo que realizan los repartidores. Ezequiel Horrach, de la agrupación empresarial de mercancías, y Bartomeu Servera, de la asociación de empresas de distribución, anunciaron ayer que esta drástica medida se adoptará a partir del próximo día 31 de mayo, salvo que se encuentre una solución. Si no fuera así, los negocios que están abiertos en las instalaciones del aeropuerto de Palma podrían tener problemas de abastecimiento, dado que los transportistas no están dispuestos a entregarles el género que precisan, tal como lo están haciendo hasta ahora. Los representantes empresariales detallaron que los repartidores entran con los vehículos a través de las pistas. Tienen que superar un control de seguridad, que consiste en revisar el contenido de la carga. Después se ven obligados a buscar un parking, bajar la mercancía del camión y entregarla a los clientes. Ello les supone tener que trasladarla a través de los mismos pasillos por los que van los pasajeros, obligándoles además a caminar largas distancias arrastrando cargas muy pesadas.

Los dos representantes empresariales explicaron que la solución pasa por habilitar un espacio adecuado donde los transportistas puedan descargar la mercancía, como ocurre en todos los centros comerciales donde distribuyen material. Después se trataría de que otro personal se encargara de llevar el género a cada negocio del aeropuerto.

Horrach y Servera explicaron que hace años venían utilizando un espacio adecuado para descargar el material en el aeropuerto, pero que dejó de funcionar. Insistieron en que el aeropuerto no tiene problemas de espacio y que tampoco se trata de exigir una nave grande, sino suficiente para poder descargar las mercancías, para que se solucionen los problemas que tienen que superar ahora los repartidores. Se niegan a tener que entrar en el recinto, donde se les requiere autorizaciones especiales, además de superar controles de seguridad.

Negocios

"En el aeropuerto solo se han montado negocios sin pensar en el sistema del reparto del material", señaló Servera, que confesó que no tiene mucha esperanza de que esta situación se solucione en un mes. Consideró que "se trata de un problema de voluntad de Aena", asegurando que los repartidores no quieren ir al aeropuerto por los problemas que tienen.