Casi nueve de cada diez viviendas plurifamiliares proyectadas en Mallorca durante el primer trimestre de este año se concentran en Palma, Calvià y Marratxí. En Inca y Manacor no aparece ni un solo proyecto para la edificación de pisos, una debilidad que se hace extensible a la mayor parte de la part forana pese a que la población balear está creciendo con el ritmo más intenso de toda España. Eso supone una concentración que impulsa la macrocefalia poblacional que se registra en la bahía palmesana, vinculada al mayor peso de su mercado laboral, y que en estos momentos resulta difícil de frenar debido a unas deficientes infraestructuras de transportes, según señalan los promotores inmobiliarios.
El presidente de la patronal balear que agrupa al citado colectivo empresarial, Luis Martín, subraya que esta apuesta por la capital de las islas a la hora de buscar una vivienda tiene fecha de caducidad debido a la escasez de suelo disponible. Pero hoy por hoy, se evitan los traslados a otros municipios a no ser que sean colindantes con Palma.
Según Martín, una de las principales causas de este fenómeno hay que buscarla en las deficientes infraestructuras de transportes. Porque trabajar en Palma y vivir en la part forana supone, para los que se desplazan en vehículos particulares, enfrentarse a largas colas cada mañana a causa del colapso de los principales accesos de la ciudad y por la incorporación en muchos casos a una vía de cintura que registra problemas de circulación casi a diario.
Problema de movilidad
El presidente de la asociación de promotores añade un transporte ferroviario claramente insuficiente para garantizar la entrada puntual en los centros de trabajo. “Muchas familias estarían dispuestas a vivir en otros municipios si tuvieran garantizado que no iban a perder más de 30 minutos en el desplazamiento, y a nosotros nos encantaría promover viviendas en otras poblaciones porque podríamos venderlas mucho más baratas que en Palma”, afirma Martín. Pero la demanda se concentra en este último municipio.
El problema es que las infraestructuras de Mallorca no se han desarrollado al mismo ritmo con que crece la población, añade.
Sin embargo, considera que la expansión hacia la part forana es inevitable a medio plazo, debido a que el suelo disponible en la capital balear es cada vez más escaso. Por ello, aconseja a los alcaldes de algunas poblaciones clave, como Inca o Manacor, que se vayan preparando para este futuro crecimiento de su población. Una expansión que comienza a darse ya en Llucmajor y que también llegará a Campos, según vaticina.
