El portaaviones norteamericano Abraham Lincoln no es bienvenido, al menos para algunos. Las entidades ecologistas de Mallorca se han manifestado de forma unánime en contra de la presencia en la isla del buque estadounidense, que llegó el lunes, 15 de abril, a Palma y permanecerá fondeado hasta el sábado en la bahía.

"Tenemos el crucero militar Abraham Lincoln y va cargadito con dos reactores nucleares. Por ecologismo y principios pacifistas no es bienvenido", afirma el GOB en su su cuenta de Twitter haciendo referencia al sistema de propulsión nuclear de los motores del buque.

De modo similar se pronuncia Terraferida, que denuncia además que la presencia del portaaviones en Palma ha puesto en marcha una nueva modalidad de turismo. "Turisme nuclear, ja el tenim aquí". Para después publicar el cartel de una empresa náutica que ofrece rutas de dos horas en un catamarán turístico para visitar el buque de guerra, al precio de 49 euros por persona. Eso sí, una vez a bordo, el pasaje podrá disfrutar de una selección de refrescos, vino blanco, cerveza y cafés.

Por su parte, el biólogo marino Xavier Pastor, antiguo responsable de Greenpeace en España y actualmente directivo de Oceana en Europa, recuerda las históricas acciones de Greenpeace contra la presencia de portaaviones estadounidenses en la bahía de Palma. Y añade: "Nuclear free Mallorca".

Como recuerda, en diciembre del año 2000, el velero Zorba protestó contra la presencia en la bahía del portaaviones George Washington exhibiendo pancartas ante el buque. Y en junio de 1988, el Sirius de Greenpeace frente a la proa del portaaviones nuclear Eisenhower obstaculizó su fondeo en la bahía mientras transmitía por radio que "la legislación española prohíbe la introducción de armas nucleares en territorio nacional".

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