Alejandro García y Sofía Delgado, dos alumnos de la Universitat, han detectado por primera vez la presencia de un gusano parásito atípico en erizos. Los alumnos han publicado su hallazgo en la revista Parasitology Research.

La publicación recoge los resultados de su trabajo de fin de grado de Biología sobre la detección en erizos por primera vez en el archipiélago, de un gusano parásito de aves y de crustáceos terrestres. Alejandro García Salguero y Sofía Delgado Serra culminaron sus estudios de Biología en la Universitat con un trabajo de fin de grado (TFG) sobre los gusanos parásitos que se pueden encontrar en los erizos, una especie protegida en las islas.

Fruto de sus investigaciones, estos alumnos han publicado recientemente un artículo de investigación a la revista científica internacional Parasitology Research. El estudio documenta por primera vez la presencia en Baleares del Plagiorhynchus cylindraceus, una especie de gusano parásito que pertenece a un grupo poco estudiado, el acantocéfalo. Este parásito, que es habitual en aves y crustáceos terrestres y que la comunidad científica considera que se extiende entre la fauna silvestre de todo el mundo, hasta ahora no se había encontrado nunca en la especie de erizo claro o norteafricano (Atelerix algirus vagans), común del archipiélago.

Sofía Delgado hizo el TFG el curso 2014-15 sobre los gusanos parásitos presentes en los intestinos de los erizos que llegaban muertos al Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (COFIB). El interés del estudio se encontraba en el hecho que las dolencias producidas por los parásitos han sido señaladas como una de las posibles causas de la gran mortandad de esta especie, junto con los atropellos a las carreteras. La identificación precisa de los agentes causantes de la parasitosis es esencial para el diagnóstico, tratamiento y control de estas dolencias parasitarias. El estudio, dirigido por la doctora Clàudia Paredes, profesora del Departamento de Biología de la UIB, permitió identificar cinco especies de gusanos parásitos o helmintos en estos ejemplares, mediante el uso combinado de análisis de tipo morfológico y genético.

Siguiendo la misma línea de investigación, Alejandro García llevó a cabo su TFG el curso 2017-18, también bajo la dirección de Clàudia Paredes. Aquel mismo curso, Sofía Delgado pudo continuar su investigación en la UIB ya que fue contratada por el grupo de investigación en Zoología Aplicada y de la Conservación a través del programa SOIB Joves Qualificats.

El trabajo de ambos graduados ha permitido analizar los datos recogidos sobre los erizos que llegaron al COFIB durante 66 meses (de enero de 2013 a junio de 2018) y hacer los análisis morfológicos y genéticos necesarias para identificar los gusanos parásitos que presentaban los ejemplares. Si bien inicialmente pensaban que eran larvas de otra especie de helminto de mamífero, gracias al uso de aperos moleculares pudieran concluir que se trataba del Plagiorhynchus cylindraceus.

El hallazgo es la primera detección confirmada en las islas de esta especie de parásito, del grupo de los acantocéfalos, que infecta los erizos cuando comen insectos o crustáceos terrestres infectados. Los gusanos parásitos suelen penetrar los intestinos de los huéspedes y, especialmente en los ejemplares más jóvenes, los pueden causar infecciones que pueden llegar a ser mortales.

Esta identificación es importante para la comunidad científica ya que permite ampliar el número de especies que son afectadas por el Plagiorhynchus cylindraceus. También es importante la metodología utilizada: además de las técnicas tradicionales de identificación basadas en aspectos morfológicos, el uso de métodos basados en el análisis de ADN ha sido clave para confirmar la adscripción de los gusanos parásitos localizados al Plagiorhynchus cylindraceus. Concretamente, los investigadores han aplicado la técnica de 'DNA barcoding', poco empleada hasta ahora en el estudio de estos helmintos y que permite asociar un organismo concreto a una determinada especie a partir de una secuencia corta de su ADN.

Además, los autores del estudio también señalan el riesgo (aunque es bajo) de que este helminto pueda llegar a transmitirse a los seres humanos, dado que es un parásito poco específico y tanto puede encontrarse en aves como en mamíferos. Por todo ello, los resultados logrados en ambos TFG se han combinado para dar lugar al artículo que ha publicado Parasitology Research, revista científica que tiene un factor de impacto de 2,5.

Este estudio ha sido posible gracias a la colaboración del COFIB y del programa SOIB Joves Qualificats, que financia el Servicio de Ocupación de las Islas Baleares con la cofinanciación del Fondo Social Europeo (FSE) y el programa de Garantía Juvenil.