"La calle ahora mismo está llena de gente. Hay mucho miedo". Son las palabras del mallorquín Joan Pol, especialista en incendios, quien se encontraba a escasos 400 metros de la catedral de Notre Dame de París cuando comenzó a arder.

Según cuenta, fue la gran humareda que desprendía el incendio lo que dio la voz de alarma. Pol, junto al catalán Oriol Vidal, también especialista en incendios, vieron como la parte superior de la catedral ardía. "El incendio no está controlado ni se podrá controlar", indica Pol, quien añade que se trata de un "incendio de libro" porque no se puede extinguir: "quemará hasta que quiera".

Según señala el especialista, los bomberos que actúan en estos momentos sobre el terreno lo tienen muy difícil. Y es que la estructura es de madera y las llamas están a una altura demasiado elevada para los especialistas, lo que hace que no puedan acceder. "Lo único que pueden hacer ahora es controlar que no se extienda", comenta Pol, quien sostiene que, en caso de que se extienda, "se quemará todo Notre Dame".

"Lo peor es que se va a perder un patrimonio valiosísimo", lamenta Pol, quien se encontraba en la zona en una cubre con otros expertos de la Unión Europea precisamente para establecer un plan de prevención en caso de una gran catástrofe en el Mediterráneo.