Pablo Iglesias, líder nacional de Podemos, protagonizó este lunes por la mañana un acto electoral en la palmesana Plaza de España en el que, en una intervención de tan sólo quince minutos, desgranó las propuestas del partido para acabar con la precariedad laboral, utilizando para ello la situación de las 'kellys'.

Iglesias, arropado por los dirigentes y candidatos del partido en las islas y ante unas 400 personas, llegó a la Plaza de España esgrimiendo la Constitución, para exigir el cumplimiento de la Carta Magna en los artículos que "protegen a la gente" y no sólo de los artículos "135 y 155". Estos últimos se refieren a la reforma de la Carta Magna pactada en septiembre de 2011 por José Luis Rodríguez Zapatero y el PP por la que se prioriza el pago de intereses y deuda pública a otras necesidades de gasto y a la aplicación del 155 ante el conflicto catalán.

"En esta campaña se habla mucho de España, pero esa palabra hay que llenarla de contenido", dijo Iglesias en referencia a "las muchas historias de la gente de aquí, con independencia de donde nacieran". Para ello, relató la historia de una camarera de piso, Milagros, en Eivissa, para explicar las duras condiciones de trabajo de las kellys, las lesiones laborales que "les llevan a consumir fámacos para resistir el dolor sin prescripción médica" o sus bajos salarios.

Esta situación le sirvió para exponer las propuestas de Podemos ante la precariedad laboral y salarial, "frente" a los que quieren dedicar la campaña a "hablar de ETA". Así, se centró en la necesidad de que se cumpla el artículo de la Constitución referido al derecho al trabajo y a una remuneración suficiente para cubrir las necesidades sin discriminación por sexo.

Entre sus propuestas, además de responder a las reivindicaciones de las "kellys", se refirió a poner fin a la flexibilización, la brecha salarial, medidas contra los fraudes en las contrataciones temporales, y "las horas extraordinarias" que no se cobran y acabar con la "uberización, esos modelos sin derechos y con sueldos de miseria que defienden los modernos, a los que hay que decirles que eso va contra la Constitución". Entre otras cuestiones, se comprometió a que si llega a la presidencia del Gobierno pondrá fin a los contratos inferiores a un mes y los que duren más de ese tiempo pasarán a ser indefinidos a los seis meses.

"La política es representar intereses, no conciliar intereses como hacen los que se sientan en los consejos de administración de empresas", concluyó Iglesias llamando al voto para que "por fin haya un Gobierno que se ocupe de la gente".

Antes de la intervención de Iglesias tomaron la palabra Viviana de Sans, candidata al Consell de Eivissa; Pep Malagrava, aspirante al Senado; Martí Cifre, de la coordinadora de pensionistas; Dana Echevarría, de la Plataforma de mujeres migrantes unidas; Antonina Ricaurte, representante de las Kellys; la secretaria general de Podemos de Balears y candidata al Senado, Mae de la Concha; la cabeza de lista al Congreso por Balears, Antònia Jover, y el candidato a la presidencia del Govern, Juan Pedro Yllanes.

Precisamente durante la intervención de Yllanes se produjo un momento de tensión en el acto electoral, cuando Toni Estela, presidente de Ardip, se subió a la estatua de Jaime I con gritos contra el IMAS al que acusa de "robar" niños, en referencia a sus denuncias sobre supuestas irregularidades en la retirada de la tutela y custodia de menores. Yllanes elevó la voz intentando que no se le oyera, defendiendo "la absoluta protección de los derechos de los niños" por parte de los trabajadores del IMAS, mientras llegaban policías nacionales que obligaron a Estela a bajar de la estatua y lo retiraron de la zona en la que se desarrollaba el acto.