Carmen Martínez Serrano, jefa del servicio de Radiología de Son Llàtzer y responsable clínica del proyecto Radiología en Red y Laura Martínez Galiano, informática que ha dirigido esta iniciativa, llevan los últimos cuatro años embarcadas en una tarea pionera en el país y que ya permite, desde el pasado fin de semana, que cualquier facultativo del IB-Salut, sea un especialista hospitalario o un médico de familia de un centro de salud, tenga un acceso inmediato y preciso a todas las pruebas de imagen radiológicas de cualquier paciente de las islas independientemente de su procedencia o del hospital en el que esté siendo asistido.

La responsable radiológica de Son Llàtzer precisa que de esta manera se pretenden sortear no solo los inconvenientes de la sectorización del sistema público de salud sino también la movilidad de los pacientes baleares que, señala, cambian frecuentemente del hospital que tienen asignado por su lugar de residencia.

"Antes podría haber pasado que una persona, por la circunstancia que fuera, hubiera acudido a urgencias de Son Espases y allí le hicieran un TAC. Y que a las dos semanas este mismo paciente acudiera a la consulta de radiología de Son Llàtzer y allí también decidieran hacerle otro TAC. Esta prueba radia al paciente con el equivalente a 500 dosis de radiografías convencionales y realizarle dos pruebas tan continuadas en el tiempo no le beneficiaría en nada. Pues bien, ahora, con esta unificación radiológica, esto ya no podrá pasar", explica con este ejemplo la doctora Martínez Serrano las ventajas de este proyecto.

Los niños, más sensibles

Así, esta iniciativa permitirá a Balears cumplir con las recomendaciones que marca la directiva europea Euraton respecto a la exposición a radiaciones. "Sobre todo para los niños, los más sensibles a ellas", apunta.

El TAC, como se ha dicho, expone al paciente a mucha radiación, algo que no ocurre con la resonancia magnética ni con las ecografías de visceras ni las ginecológicas. "Una mamografía es el equivalente a cuatro radiografías aunque los nuevos mamógrafos han mejorado mucho las dosis de radiación", detalla la especialista.

"Una paciente puede referir a su médico de cabecera un dolor en el pecho y este, comprobando en la red que acaba de hacerse una mamografía, evitar pedirle otra con el exceso de radiación y gasto para el sistema que supone. Permitirá dejar de hacer cosas innecesarias", recalca la radióloga aportando luz sobre las ventajas que tiene el acceso del médico del centro de salud, un recurso sanitario donde no se hace ninguna prueba radiológica, a esta red.

"También puede pasar que un paciente se haga una prueba y, por los motivos que sean, no vuelva a acudir al especialista para que le explique cómo ha ido. Al acudir a su médico de cabecera, más cercano, este tendrá acceso a los resultados informados de esa prueba y actuar en consecuencia en caso de riesgo", añade.

"Se pueden ver todas las pruebas de imagen radiológicas que han sido digitalizadas", matiza la responsable informática del proyecto revelando que Son Llàtzer, desde su puesta en marcha en 2001, fue el primer hospital público de las islas que se "informatizó" totalmente. Le siguieron el resto -comarcal de Manacor, Can Misses y hospital de Formentera en 2004, Inca y Mateu Orfila en 2007 y concluyó el proceso Son Espases, por entonces Son Dureta, en 2008- y desde hace ya un par de semanas se puede consultar todas las pruebas radiológicas realizadas a cada paciente, desde las fechas en las que están digitalizadas, en un única historia radiológica.

Entre ellas, también las mamografías de las mujeres que han participado en los cribados poblacionales para detectar precozmente el cáncer de mama. "No hay nada más importante para tratar un cáncer muy pequeño poder cotejarlo con imágenes tomadas anteriormente", remarca Martínez Serrano.

Preparar la llegada del paciente

Otra ventaja, y muy importante, de esta red es que puede devenir en una herramienta importante en caso de los traslados urgentes desde un hospital pequeño hasta Son Espases, tal y como subraya Martínez Serrano. "La prueba radiológica de una persona que haya sufrido un accidente traumático en Formentera, por ejemplo, puede estar siendo estudiada por el equipo médico que le va atender en Son Espases durante su traslado, antes de su llegada. Y, como se sabe, el tiempo en este tipo de asistencias es muy importante para la evolución posterior".

Y todas estas ventajas no serían posibles sin el ingente trabajo que ha supuesto "juntar todas las bases de datos diferentes existentes, una por cada hospital público, todas las imágenes e informes realizados a una misma persona en varios sitios en una sola base de datos", como subraya la informática Laura Martínez Galiano.

"No se ha hecho nunca en España mientras se mantiene la actividad asistencial de cada hospital", añade recordando los cuatro años de intenso trabajo para conseguir que "cada paciente sea el mismo en todos los hospitales aunque cada centro lo tenga registrado con un número de historia médica diferente".

El futuro pasa por incluir en esta base de datos única "todas las imágenes de actividad asistencial no radiológica" entre las que cita, secundada por su compañera, las de cardiología, dermatología, todas las endoscopias -gastroscopias, colonoscopias, broncoscopias- así como las ecografías ginecológicas que no se han incluido en este proyecto.

"En los próximos dos años se incluirán las pruebas radiológicas realizadas en los hospitales concertados Sant Joan de Déu y Cruz Roja", se compromete Galiano, que revela que estos dos centros sin ánimo de lucro sí pueden acceder a la red aunque sus imágenes aún no están incluidas en ella.

Concluye la explicación su compañera resaltando que el programa ha sido fruto de "un trabajo conjunto de los radiólogos, que han tenido que unificar el catálogo de procedimientos de las pruebas en todos los hospitales. Ahora todo se llama de la misma manera en todos los servicios de radiología. Y todos los jefes de servicio han colaborado, sin ellos no hubiera sido posible", subraya pese a que, admite, "sobre todo son los más pequeños son los que más se benefician de esta unificación. Y, por supuesto, el paciente. Todos los recursos humanos y materiales del IB-Salut pueden llegar ahora a cualquier paciente de las islas, incluso al del pueblo más pequeño. Ganamos en equidad".