Gonzalo Boye (Viña de Mar, Chile, 1965) es el coordinador de la defensa de Carles Puigdemont y sus compañeros en el exilio. También defiende al rapero Valtonyc. Ha descrito su experiencia reciente en "...Y ahí lo dejo. Crónica de un proceso", lanzado el mes pasado y que ya va por su tercera edición.

—Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Van ganando?"

—Nosotros, sí. Es un partido largo pero vamos generando confianza en que decimos la verdad y en que la razón está de nuestro lado.

—¿Cuál es "nuestro lado"?

—Básicamente las personas que creen en la necesidad de los derechos fundamentales, de las libertades públicas y en la aplicación de la justicia desde una mirada democrática.

—Vista la instrucción del procés, creíamos que los jueces del Supremo iban más fuertes en Derecho Penal.

—Esto demuestra que en el Supremo hay muy buenos jueces, pero también gentes que no han llegado allí por su mérito jurídico. Se ha visto a lo largo de la instrucción.

—El 1-O no se habló de rebelión, ¿quién se la inventa?

—El teniente coronel Baena declara en el juicio que un fiscal ya investiga en 2015 si el procés incluía elementos de rebelión. Lo cual demuestra la investigación prospectiva de la disidencia catalana, y no de los hechos del escrito de acusación.

—¿Junqueras es el valiente y Puigdemont el cobarde?

—En absoluto. No hay actitud más valiente que salir a enfrentarte al mundo en nombre de las personas a las que representas, para demostrar que lo tuyo es una causa justa.

—¿Cómo calificaría entonces la actitud de Junqueras?

—Quedarse ha sido una decisión personal, tan respetable como la del president Puigdemont, a quien no se puede tachar de cobarde porque cada día se enfrenta al mundo.

—¿Usted también odiaba antes a los catalanes?

—No, imposible. Mi abuelo materno es catalán y presumía de ello. He tenido la suerte de vivir en muchos países y creo que todo el mundo merece igual respeto. Odiar es muy provinciano y nacionalista.

—Europa se asombra, pero mide sus palabras.

—Es una etapa en la que Europa está siendo cauta, pero no es sorda. Se está trabajando para que reaccionen, aunque son maquinarias lentas y que requieren cargarse de razones. Nosotros las estamos aportando.

—¿España volverá a intentar la extradición?

—Están obligados a intentar la Euroorden nuevamente, cuando haya sentencia.

—El fiscal pone mucho énfasis en hablar del "procesado rebelde" Puigdemont.

—Sí, pero estas cosas no deberían tomárselas personalmente, sino con profesionalidad. Además, tuvo la posibilidad de tomarle declaración y no ha querido.

—El Supremo ha sentenciado que podemos llamar "desequilibrado" a Puigdemont, pero no a Franco.

—Son cosas del Supremo, pero mire por dónde esa resolución de la sala de admisiones tiene a cuatro miembros sentados en el juicio al procés, y hablan de cosas que les contaminan.

—¿Valtonyc volverá esposado a España?

—No, volverá cuando terminemos de ganar la causa ante Estrasburgo y, mientras tanto, como su defensor estoy convencido de que Bélgica volverá a denegar su extradición.

—¿Quién es el mejor abogado ante el Supremo?

—Ufff, es difícil calificarlos, los compañeros están haciendo lo que pueden respecto a lo que les permite el Tribunal.

—Marchena es la estrella.

—Marchena es un gran jurista con el que discrepo en casi todo, pero me parece tremendamente desacertado menospreciar sus conocimientos jurídicos. Cosa distinta es que se está equivocando, porque en la forma en que está conduciendo el juicio nos está sirviendo en bandeja el recurso a Estrasburgo.

—¿Cuántos años de cárcel sumará la sentencia?

—Confío en equivocarme, pero pueden ser muchos.

—¿No suscribe la teoría de una "conspiración para la sedición", que ajuste las penas a la cárcel ya sufrida?

—Para ese viaje no se necesitaban estas alforjas. Siguen denegando libertades, lo cual me hace prever que advierten un riesgo de fuga que calibran en función a las penas por llegar.

—¿No hay nada más duro que la cárcel?

—De lo que yo haya vivido, no.

—¿Los clientes le preguntan por sus años en prisión?

—Muchos lo hacen, y es un activo con el cual resulta más fácil empatizar sobre determinadas situaciones. También permite ponderar otras, saber que "nos arriesganos a esto". Soy muy crítico con la actuación de forma buenista con los defendidos. Hay que contarles la verdad, lo que puede pasar, lo que no, y ponerlo en perspectiva.

—Cataluña, 2030.

—Será un Estado miembro de la Unión Europea, ¿no?