¿Quieres ser maestro? ¿Por qué? La Universitat de les Illes Balears quiere que los futuros docentes hagan esta reflexión antes de iniciar sus estudios de magisterio y que solo sigan este camino las personas que estén seguras de querer enseñar y que la institución compruebe que tienen la motivación adecuada (además de un nivel mínimo de competencia comunicativa, razonamiento crítico y de lógica matemática).

Por eso, una de las medidas emprendidas desde la UIB para mejorar la formación inicial del profesorado, arranca en ese momento, justo antes de que los jóvenes decidan qué carrera hacer: los aspirantes deben hacer unas pruebas específicas, además de Selectividad, para acceder al grado de Educación Infantil y al de Educación Primaria, además de superar una entrevista.

Estas nuevas pruebas (las PAP_Educ) deberán superarse de forma obligatoria a partir del curso 2020-2021. Hace años que un grupo de trabajo comenzó a diseñar y organizar estas evaluaciones (contando con la colaboración de profesores de otras universidades españolas y europeas) y por fin la semana pasada un centenar de estudiantes de 2º de Bachillerato se enfrentaron a la primera parte de estas pruebas en una experiencia piloto.

Así, cien alumnos que quieren estudiar magisterio de 15 institutos públicos y centros concertados se desplazaron el pasado viernes al campus de la UIB y realizaron las pruebas de competencia comunicativa y razonamiento crítico y la de lógica matemática. Aunque no se jugaban nada al ser una prueba experimental, los estudiantes se esforzaron e incluso buscaron modelos de las pruebas que ya se hacen en Cataluña para ir bien preparados.

El próximo 3 de mayo una selección de los que hayan resultado aptos en las pruebas teóricas, pasarán a la fase de entrevista, una iniciativa pionera en España y en la que los profesores evaluarán sus habilidades interpersonales, su "ajuste psicológico", motivación...

Estos ítems se evaluarán de dos maneras: primero, los candidatos deberán enviar un breve vídeo de dos minutos presentándose y explicando por qué quieren ser maestros y sus expectativas; después, en grupos reducidos y durante 90 minutos deberán dar su opinión y explicar cómo reaccionarían ante situaciones que podrían encontrase en el aula.

Lo que se quiere observar es su disposición y su "potencial", según explicó ayer Miquel Oliver, coordinador del Programa para la Mejora de la Formación Inicial del Profesorado (PM_FIP).

"Efecto disuasorio"

Oliver subrayó también el "efecto disuasorio" de estas evaluaciones: si además de haber reducido las plazas en estos estudios (de 265 a 200 en Primaria y de 120 a 100 en Infantil), encima hay que hacer unas pruebas específicas para entrar, es menos probable que acaben haciendo magisterio (y por tanto, dando clases) personas que no tienen interés por enseñar.

Este año la experiencia piloto ha tenido lugar en primavera, pero a partir del curso que viene, cuando ya sean obligatorias, se harán después de Selectividad.

A la espera de corregir las pruebas y hacer balance de los resultados (no sería buena señal que todos las superaran, pero tampoco que el porcentaje de no aptos fuera mayoritario), Jordi Frau, vicerrector de Docencia, indicó que obtuvieron una buena reacción por parte de los alumnos y profesores y que en ese sentido la prueba piloto ha sido "un éxito".

La conselleria de Educación, para el que se ha hecho un intenso trabajo de investigación previo. Para argumentar la necesidad de emprender cambios, desde la UIB se pusieron sobre la mesa datos como que un tercio de los aspirantes a entrar en Magisterio suspendía castellano en Selectividad; un 19% no supera catalán y un 40%, matemáticas.

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