La periodista de Europa Press Blanca Pou ha explicado a la jueza Felisa Vidal, que investiga en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) el llamado caso móviles, que la Policía Judicial accedió el pasado 11 de diciembre a su terminal teléfonico cuando se le fue incautado por orden del juez Miguel Florit, dentro de unas pesquisas por revelación de secretos en el caso Cursach.

Pou, que junto a Kiko Mestre, interpusieron una querella contra Florit por cuatro delitos: prevaricación judicial, contra el libre ejercicio del derecho a la información y la inviolabilidad de domicilio y por interceptación ilegal de comunicaciones, ha explicado a Vidal cómo transcurrió la mañana del 11 de diciembre.

Según la periodista, la Policía Judicial le enseñó el auto de Florit ordenando la requisa de su teléfono y de otros instrumentos electrónicos de trabajo y le dijo que "era la Ley" y que no "podía oponerse" a la entrega de esos dispositivos. Pou ha insistido en que ella trató de oponerse a la requisa alegando el secreto profesional que ampara la identidad de sus fuentes informativas, pero todo fue en vano.

De acuerdo con la informadora, los agentes que intervinieron en la requisa tuvieron un breve acceso a su móvil en ese momento, algo que los funcionarios han negado con posterioridad.

Pou ha dicho que va a seguir adelante con su querella, aunque los próximos pasos procesales deberá consultarlos con su abogado.

Después de Pou ha entrado a declarar el redactor de Diario de Mallorca Kiko Mestre, al que la Policía también intervino el pasado 11 de diciembre su móvil personal y de trabajo tras exhibirle el auto de Florit donde se ordenaba la requisa del terminal y su análisis, en el caso de que Mestre no accediera a entregarlo.

Ni Mestre ni Pou figuraban entonces como investigados en las diligencias de Florit por presunta revelación de secretos del caso Cursach, donde ahora ya están imputados cuatro antiguos miembros de Blanqueo de Capitales, la unidad que ha investigado al magnate de la noche del mismo nombre. El último testigo citado para hoy es uno de los dos inspectores que intervinieron los móviles y que antes, con autorización de Florit, controlaron las llamadas de Mestre y Pou.