El juez Miguel Florit, acusado de varios delitos por el llamado caso Móviles, declaró ayer ante la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Baleares Felisa Vidal que sus autos, dictados el año pasado en una pieza separada del caso Cursach sobre presunta revelación de secretos, no vulneraron el derecho a la información de dos periodistas.

Florit, defendido por Josep Zaforteza, se negó a contestar a las preguntas de las acusacionesse negó a contestar en nombre de Diario de y Europa Press y solo respondió a la magistrada, al fiscal superior Bartolomé Barceló y su abogado Josep Zaforteza.

El juez explicó cómo se gestaron los polémicos autos y manifestó que cuando los redactaba ponderó la posible colisión de esas resoluciones con el secreto profesional de los periodistas y llegó a la conclusión de que esa vulneración no se producía. Cabe recordar que el magistrado anuló el auto de la incautación de los móviles y aseguró en esos momentos que los terminales de los periodistas no habían sido analizados ni se había volcado su contenido.

El actual instructor del caso Cursach señaló también que su objetivo con los cuatro autos no era buscar las fuentes de información de los periodistas, sino investigar el presunto delito de revelación de secretos por funcionarios con acceso a las diligencias contra el empresario de la noche.

Florit prestó declaración durante cerca de hora y media y en algunas de las preguntas formuladas por la instructora y la fiscalía aseguró no recordar ciertos detalles de la instrucción sobre la presunta revelación de secretos.

Nicolás González-Cuéllar explicó en las puertas del TSJB que las declaraciones de Miguel Florit y de Juan Carrau, que compareció también ayer ante Felisa Vidal en calidad de testigo, no le habían convencido y que tras ellas había aumentado su convicción de que los autos fueron delictivos.

"Antes pensábamos que nuestra acción penal por violación del secreto profesional (de los periodistas) estaba fundada, pero tras las declaraciones lo seguimos pensando", aseguró el abogado.

González-Cuéllar añadió que la querella va a seguir en marcha. Cabe recordar que Diario de Mallorca y Europa Press han recurrido ante el Tribunal Supremo la exculpación del fiscal Juan Carrau, decretada el 1 de abril por la sala de lo Civil y de lo Penal del TSJB.

La querella imputa al instructor del caso Cursach los presuntos delitos de prevaricación judicial; contra el libre ejercicio del derecho a la información, en su vertiente del secreto profesional; contra la inviolabilidad de domicilio; y de interceptación ilegal de las comunicaciones.

Para hoy está previsto que declaren como testigos los periodistas Kiko Mestre y Blanca Pou, que cubrían el caso Cursach.

Mestre y Pou explicarán a la instructora cómo fueron abordados, en la mañana del pasado 11 de diciembre, por la Policía y una secretaria judicial para notificarles los autos de Florit ordenando la requisa de sus móviles y otros dispositivos electrónicos de trabajo y personales y el registro de sus redacciones. También hoy está previsto que declare un inspector de Policía que pidió a Florit la requisa de los móviles.