Sábado por la mañana en Son Espases. El alumno de 6º de Medicina entra en la consulta y se encuentra con una persona con dolor abdominal: ¿Cómo reacciona el estudiante? ¿Cómo aplica lo estudiado?
Ésa es la idea básica de las ECOE o pruebas de Evaluación Clínica Objetiva Estructurada, para las que la facultad de Medicina de Balears ya ha comenzado a prepararse. Son unas pruebas prácticas en las que los estudiantes deben 'pasar consulta' a un paciente (un actor) o realizar alguna práctica médica y mostrar cómo se desenvuelven en un escenario real (o casi real).
Con esta simulación se evalúa la capacidad clínica del estudiante. Se comprueba cómo el estudiante habla y recaba información con el paciente sobre su historia clínica, sus hábitos, antecedentes y síntomas para establecer un diagnóstico; cómo realiza una exploración; cómo analiza e interpreta unos análisis; sus habilidades técnicas y de comunicación con el paciente; si se muestra profesional y cumple los aspectos ético-legales de su profesión...
Estas pruebas son obligatorias para obtener el título y se hacen en sexto curso (el rotatorio). Son el paso previo a la redacción del trabajo de fin de grado (TFG). Aunque en la facultad de Medicina de la UIB no deberán hacerlas hasta el curso 2021-2022, sus gestores ya han empezado a preparar estas evaluaciones prácticas y el próximo curso realizarán una experiencia piloto.
Así lo explicó a este diario el decano de la facultad, Miquel Roca, que la semana pasada recibió la visita del coordinador de la ECOEs de la Conferencia Nacional de Decanos de Medicina, Jorge Juan García Seoane, profesor del Departamento de Fisiología en la Universidad Complutense.
La idea es que estas prácticas se lleven a cabo un fin de semana en una veintena de consultas de Son Espases. En las pruebas, las consultas se denominan 'estaciones'.
Actores y maniquís
"En cada una el estudiante se encuenta con un problema clínico", explicó Roca. Aunque para algunos aspectos (como demostrar que se sabe realizar una sutura) se utilizarán maniquís como los dummies que se emplean para evaluar la seguridad de los vehículos, en otros casos sí harán falta personas reales que se hagan pasar por pacientes para evaluar cómo el alumno le habla e interroga para hacer un diagnóstico.
En un primer momento, se planteó que fueran estudiantes de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESADIB) los que se hicieran pasar por pacientes, pero García Seone, según ha visto por la experiencia en otras comunidades, recomienda buscar voluntarios que no sean ni estudiantes ni actores profesionales.
Las ECOE son una apuesta de la Conferencia Nacional de Decanos para mejorar la formación de los futuros médicos y prepararlos para lo que se encontrarán en su día a día real. Los decanos abogan por implantar un modelo homologado en todo el país.
Una 'ginkana' con 20 estaciones
Su propuesta,según expuso García Seoane la semana pasado en Palma, implica que los estudiantes pasen por veinte estaciones de unos diez minutos cada una, en donde puedan abordarse entre 12 y 20 casos individuales.
Hay diferentes tipos de estaciones. El modelo recomendado de la Conferencia de Decanos define tres: de silla (lo más parecido a un examen normal: el estudiante debe, por ejemplo, reconocer imágenes); de maniquí o simulador digital (para demostrar las habilidades técnicas para realizar prácticas como una reanimación cardiopulmonar) y las de paciente (en las que una persona simula tener una patología).
Además de determinar un diagnóstico, interpretar análisis, hablar con el paciente y realizar intervenciones, durante las ECOE el estudiante también se puede ver obligado a tomar decisiones de urgencia.
Las pruebas serán un reto para los alumnos de la facultad de Medicina de la Universitat pero de momento el desafío lo tienen ahora los gestores para organizar su desarrollo.
