Los partidos políticos con representación en Balears se comprometieron ayer a firmar el 'Pacto de la Serra' tras las elecciones, con el objetivo de mejorar la gobernabilidad, la financiación y las estrategias de gestión y conservación del territorio.

Partido Popular, PSOE, Podemos y Més -Cs no pudo asistir- reflexionaron en Ca n'Oleo sobre las carencias que, durante años, han reinado en la Serra de Tramuntana, como son el abandono de fincas, los excesos burocráticos para el uso sostenible del territorio o la descoordinación entre las diferentes administraciones, entre otros, y que han sido puestas de manifiesto por la asociación Tramuntana XXI. Para poner fin a todo ello, las formaciones mostraron su voluntad de llegar a un acuerdo común.

Acuerdo, sí, pero con matices. Durante el debate se puso de manifiesto las diferencias entre la derecha y la izquierda, sobre todo en el ámbito de usos y actividades económicas. Si bien desde las formaciones que conforman el Pacto apostaron por regular la actividad complementaria del sector agrario para que no haya excesos en algunas actividades, o restringir la pesca, los partidos de derechas fueron más reticentes.

Quién debe gestionar la Serra es otro punto clave que aún se debe negociar. Desde el PSOE, Mercedes Garrido, consellera de Territorio, señaló que debe ser una única administración que, junto con la coordinación de las entidades privadas, dirija el territorio y habló del Consorci. Por su parte, el partido popular marcó como línea roja que la gestión del territorio pase por los 19 ayuntamientos de la Serra. "Tenemos que ser los de la Serra los que decidamos qué hacer", apuntó Antoni Solivellas, alcalde de Escorca.

Asimismo, Més y Podemos lamentaron la despoblación de la Serra y destacaron la necesidad de recuperar la actividad agraria y ganadera a través de subvenciones de las administraciones públicas. "Tenemos los instrumentos, solo falta que pongamos el dinero", sentenció, por otro lado, el presidente de El Pi, Jaume Font.'Pacto de la Serra'

El 'Pacto de la Serra' consta de diez puntos básicos fruto del consenso de 41 entidades. El primer bloque hace referencia a la gobernabilidad. Se insta a los partidos a proponer un sistema de gobernabilidad unificado, con la concentración de recursos con el principio de subsidiariedad (ayuntamientos como pieza clave) así como a revisar y mejorar los aspectos normativos, de zonificación y organizativos para dotarlos de mayor eficiencia, como la revisión del PORN y la aprobación de un PRUG. También piden crear espacios de colaboración y participación entre los agentes implicados en la Serra de Tramuntana en temática de uso público, actividades económica turística, aagrícola, forestal y conservación del territorio.

El segundo bloque hace hincapié en la estrategia de gestión y conservación del territorio. El documento solicita la creación de una reserva marina de la Serra de Tramuntana y dotación de vigilancia efectiva; ordenar el uso público, evitando impactos socio teniendo en cuenta todos los grupos de actores sociales; priorizar la conservación y recuperación de edificaciones existentes, incluyendo los cambios de usos que lo permitan y evitar nuevas ocupaciones de suelo y dar contenido a la Carta Europea del paisaje.

Finalmente, el manifiesto marca como tercer eje la financiación para proyectos en la línea de responsabilidad económica y ambiental. El acuerdo reclama garantizar una dotación económica proporcional en el valor que tiene la Serra del impuesto del turismo sostenible, por proyectos emplazados en la Serra; mejorar las ayudas públicas para actividades agrícolas, ganaderas y forestales, evitando costes fiscales y facilitando la ejecución de las actuaciones

y dar continuidad a los proyectos existentes en la línea de conservación y turismo sostenible.