José Domínguez Abascal, secretario de Estado de Energía del ministerio de Transición Ecológica, ha adelantado hoy en el Club Diario de Mallorca que a finales del año 2020 el cable eléctrico que conectará la isla de Mallorca con la de Menorca garantizando el suministro de esta última será una realidad.

El alto cargo del Gobierno central ha anticipado asimismo una nueva conexión energética entre las islas y la península gracias a un segundo cable eléctrico así como otro más entre Mallorca y Menorca que refuerce el que conectará ambas islas a finales del próximo ejercicio.

Estos proyectos son fruto, ha dicho, "de la gran cooperación entre el Gobierno de España y el de Baleares para transformar el sistema energético balear". El secretario de Estado ha efectuado estas declaraciones durante su intervención en el Foro sobre Transición Energética organizado por el club de este rotativo bajo el título "Competitividad y sostenibilidad de la economía descarbonizada".

Tras referirse a la transición energética como un "gran reto para el que contamos con herramientas para abordarlo", Domínguez Abascal también ha adelantado que en unas dos semanas será aprobado por el Consejo de Ministros el Real Decreto de Autoconsumo que, ha adelantado, regulará no solo el autoconsumo de viviendas individuales, sino también el compartido así como los autoconsumos con y sin vertido a la red.

"Los pequeños autoconsumidores serán compensados por sus vertidos y los grandes tendrán que darse de alta como generadores de energía", ha anticipado.

"El que llama los domingos"

También en referencia a Baleares ha elogiado el celo demostrado por el conseller de Energía Marc Pons, presente en su conferencia y del que ha revelado que su familia le conoce como "el que llama los domingos", para a continuación admitir que "las energías renovables ocupan espacio y se las ve". Pese a ello, ha anunciado una próxima convocatoria en Balears que permitirá acometer en las islas "un desarrollo rápido de la energía solar".

En referencia a los siete reactores nucleares activos en España en estos momentos, de los que ha recordado que se construyeron pensando que tendrían una vida activa que caducaría entre los próximos años 2023 y 2028, ha revelado que finalmente se ha llegado a un acuerdo entre las eléctricas propietarias y la empresa nacional de residuos nucleares para establecer un programa de cierre definitivo de todos ellos entre los años 2027 y 2035.

"A nadie se le ocurre construir una central nuclear en estos tiempos y nuestro plan nacional integrado de energía y clima prevé la salida progresiva de la energía nuclear y su sustitución por renovables, de las que se prevén un vertido de 55.000 megavatios hasta 2030", ha cuantificado.

"No hay otra opción que la transición ecológica", ha señalado el secretario de Estado ufanándose de que su Ministerio sea el único pensado "para" cumplir con un objetivo (para la transición ecológica precisamente).

"Tendremos que transformar nuestros hábitos de vida. A usar coches eléctricos que deberemos cargar en los momentos que haya más energía, a caminar más y a usar bicicletas y patinetes y a consumir en los horas en las que resulte más conveniente para el sistema eléctrico", ha anticipado Domínguez Abascal restando dramatismo a estos cambios que llegarán.

Tras revelar que la generación eléctrica es responsable del 40% de los gases de efecto invernadero, el alto cargo ha señalado como medidas para atenuarla el transporte, la eficiencia energética en la edificación y el cierre de nueve centrales de carbón el próximo año, oportunidad que ha aprovechado para recordar el acuerdo para clausurar dos de los cuatro grupo de la mallorquina de es Murterar.

Tras la intervención del secretario de Estado ha intervenido Mariano Marzo, catedrático de la facultad de Geología de la Universidad de Barcelona que, en un tono menos optimista, frente a los planes del Gobierno central ha contrastado que en la actualidad tan solo un 20% de la energía es eléctrica y ha recalcado que en realidad "no tenemos un problema de energía sino de potencia".

"El cambio climático nos ha acompañado siempre. El problema es que lo hemos forzado con nuestros modelos energéticos y nuestro crecimiento económico y demográfico. Lo que tenemos que hacer es regular el termostato, no nos queda otra", ha concluido antes de sugerir una solución: Conseguir que el CO2 pase de ser un residuo a ser un recurso. "No solo hay que dejar de emitir, hay que limpiar lo que hemos emitido", ha finalizado.