El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha archivado la recusación del fiscal Anticorrupción Juan Carrau en la que cuestionaba la neutralidad de la magistrada Felisa Vidal cuestionaba la neutralidad de la magistrada Felisa Vidalen la querella del 'caso Móviles' debido a que ésta ostentó un cargo en el Govern de Jaume Matas -directora de la Abogacía de la Comunidad- y él, como fiscal Anticorrupción, le ha acusado en varias causas.

En el auto, se expone que, en consonancia con la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), "únicamente" pueden recusar "el Ministerio Fiscal, el acusador popular, particular o privado, el actor civil, el procesado o inculpado, el querellado o denunciado y el tercero responsable civil". Así, se explica que como Carrau no está querellado en este caso no puede ejercitar la recusación.

Precisamente, este lunes el TSJIB revocó la ampliación de la querella del 'caso Móviles' contra Carrau. Esta decisión solamente afecta a la imputación de Carrau pero mantiene el resto de apartados del auto de Vidal. Es decir, se mantiene la querella presentada por Europa Press y 'Diario de Mallorca' contra el juez instructor de 'caso Cursach', Miguel Florit,se mantiene la querella presentada por Europa Press y 'Diario de Mallorca' contra el juez instructor de 'caso Cursach', Miguel Florit por presunta prevaricación, y la investigación del rastreo telefónico a los periodistas Blanca Pou y Kiko Mestre como posible hecho delictivo.

Citan a Carrau como testigo

Por otro lado, la magistrada Felisa Vidal ha citado para declarar como testigo a Carrau el próximo lunes 8. Florit, por su lado, deberá comparecer como investigado, ese mismo día. Además, el próximo martes 9 de abril los periodistas Blanca Pou y Kiko Mestre de Europa Press y 'Diario de Mallorca', respectivamente, declararán como testigos.

Para este mismo día está citado, también como testigo, el inspector jefe de la Policía Nacional encargado de la investigación de la revelación de secretos --en el Juzgado de Instrucción número 12-- y que participó en la incautación de los teléfonos móviles.

La querella

La querella se presentó después de que la Policía se incautara, por orden de Florit, de los teléfonos móviles y otros dispositivos de los periodistas Blanca Pou, de Europa Press, y Kiko Mestre, de Diario de Mallorca, en una pieza abierta para investigar el origen de informaciones periodísticas publicadas por los redactores en relación al caso Cursach.

Los periodistas y sus medios de comunicación interpusieron una querella contra Florit por prevaricación, delito contra la inviolabilidad del domicilio y vulneración del secreto profesional periodístico. Posteriormente, la documentación aportada al TSJIB reveló que el juez también había ordenado, antes de la incautación, obtener los listados de llamadas y posicionamientos de los móviles de Mestre, Pou, una periodista de EFE y los teléfonos fijos de la sede de las dos agencias de noticias en Palma.

Todas estas medidas fueron solicitadas por la Policía Nacional y avaladas por el fiscal Anticorrupción Juan Carrau. En cuanto al rastreo de los teléfonos, dio el visto bueno a la solicitud a las compañías telefónicas considerando la medida "no invasiva" y "proporcionada"; y en cuanto a la incautación del material, además de pronunciarse a favor de la requisa de los equipos, pidió que el acceso a la información abarcara "whatsapps, mensajes, correos electrónicos y otras redes sociales". Por ello, los periodistas le acusaban como "inductor" de las decisiones del juez.

A la querella se han adherido posteriormente la Asociación de Medios de Información (AMI) y la Agencia EFE.

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