La impresión general sobre la gran cantidad de vehículos que hay en Baleares ya ha sido confirmada hace tiempo con datos de diferentes fuentes: a principios del 2018 el número de vehículos por cada mil habitantes llegó a la cifra de 881 vehículos y se ha incrementado hasta los 913 vehículos en la actualidad. Estos datos son, con mucha diferencia, los más altos de cualquier Comunidad Autónoma de España y se colocaría como el tercer país del mundo solo por detrás de San Marino y EEUU.

Estas cifras, no solo presentan una realidad preocupante sino que plantean una duda que sobrevuela la mente de muchos habitantes. ¿Podría ir a peor? La respuesta, si se tiene en cuenta la tendencia de los últimos años, es que sí. El crecimiento del parque de vehículos ha presentado números alcistas en los pasados 15 años, con un pequeño retroceso en los años de la crisis pero en general con subidas muy estables superiores a los dos puntos. Este último año 2018, el parque aumentó un 2,86%, unos 30.000 vehículos, incluyendo turismos, motocicletas, camiones,… en lo que viene siendo la tónica habitual estos últimos tres años. En cambio, hay que tener en cuenta que el censo de las islas no presenta unos datos tan positivos ya que el crecimiento medio de los últimos años está siendo menor al 1% anual, unas 13.000 personas más.

Esta circunstancia, repetida desde hace bastantes años, plantea un futuro a corto plazo el que el número total de vehículos se dispara, en especial en los datos relativos por cada 1.000 habitantes. Así, si mantenemos una proyección conservadora de crecimiento del parque de vehículos del 2,86% y del censo del 1,16% ,datos del 2018, en 2025 el número de vehículos podría ser de 1.255.349 con un censo de 1.223.828 habitantes para las islas, con una tasa de vehículos por cada mil habitantes superior a 1026, es decir, mas de un vehículo por habitante. En el año 2030 estos números se incrementarían hasta 1.445.430 vehículos, con un ratio superior a 1115 vehículos cada 1000 habitantes, una realidad insostenible, más teniendo en cuenta que el número de kilómetros de carretera casi no ha crecido en estos últimos años.

La contaminación, otro mal congénito al crecimiento

Aparte del gran impacto que afectaría a la circulación, atascos, dificultades para aparcar y congestión general de una red viaria ya de por sí sobreexplotada, uno de los efectos silenciosos pero de gran importancia que podría sobrellevar es el del incremento de la contaminación generada por el mayor número de vehículos. Cierto es que la tendencia actual es a que cada vez más personas adquieran un vehículo híbrido o eléctrico, más si tenemos en cuenta que la actual Llei de canvi climàtic i transició energètica aprobada por el Parlament que impedirá matricular coches diésel a partir del año 2025 y de gasolina a partir del año 2035, pero las matriculaciones actuales de vehículos híbridos o eléctricos por mes no suponen más del 6% en la actualidad, siendo solo un 1,23% eléctricos, 219 vehículos de más de 3600, de los que simplemente unos paupérrimos 45 son totalmente eléctricos, en datos generales del pasado mes de febrero.

La realidad es que la venta de vehículos eléctricos no acaba de despegar, ya que solo se han matriculado 1090 vehículos eléctricos desde el año 2015 (primeros datos recogidos) lo que representa un 0,11% del parque actual de vehículos de Baleares. Es más, en el caso de que todas las personas que compran turismos en la actualidad se decidieran a comprar un turismo eléctrico (por muy inviable que sea) se tardaría casi 18 años en renovar todo el parque de turismos de Baleares en eléctricos, por lo que queda mucho trabajo por delante en todos los aspectos.

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