"El ciclón Idai ha destrozado las casasciclón Idai y ahora empiezan los robos", son palabras de la religiosa mallorquina María Juliana Calvo, perteneciente a la congregación Siervas de María y que atiende en Mozambique un orfanato con 60 niños internos.

La hermana María Juliana Calvo forma parte de Mallorca Misionera y vive en Beira, una ciudad del sur de Mozambique y que es una de las más afectadas por el ciclon Idai, que asoló hace unos días varios países africanos.

"Nadie podía pensar que el ciclo que iba a venir era de tan enormes proporciones catastróficas", asegura la misionera mallorquina, superiora del monasterio "Mater Dei Ame Muluku", un recinto de clausura abierta, donde hermanas españolazas y mozambiqueñas atienden el orfanato.

Idai ha causado la destrucción en Mozambique y naciones aledañas y ha causado centenares de muertos, víctimas mortales que todavía no se han contabilizado.

"Las casas de adobe y paja han desaparecido y las de cemento no tienen techo", comenta sor María Juliana Calvo. A los males causados por las lluvias y vientos huracanados se unen ahora los pillajes y la subida de la electricidad. Buena parte de la región ha quedado inundada por una laguna que antes no existía y que se puede ver desde el espacio. El nuevo lago ocupa una superficie de 250 kilómetros cuadrados.

La misionera mallorquina afirma que la catástofe ha trastocado la vida del monasterio, que está desbordado de trabajo y lucha por atender a los niños y a otros damnificados.

La cifra total de fallecidos por el paso del ciclón Idai supera ya los 750.000 damnificados en Mozambique y Zimbabue, los países más afectados por esta catástrofe, según las últimas cifras proporcionadas por los gobiernos de dichos países. El número de muertos sigue aumentando, pero se estima que asciende a varios centenares.

Mozambique ha sido el país más dañado y allí tocó tierra Idai el pasado 14 de marzo, dejando un reguero de muertos.

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