La mejora del modelo turístico de Magaluf, en el que Meliá ha invertido más de 250 millones de euros en los últimos años -subraya la hotelera- estuvo sobre la mesa en la reunión entre Gabriel Escarrer y el embajador Simon Manley. Aún existen retos pendientes con el turismo británico por la parte de la "oferta", como la pervivencia de algunos hoteles y locales enfocados en ofrecer alcohol a precios ínfimos o en régimen de todo incluido.

También apremia la intensificación del control policial y la implementación de las ordenanzas para evitar la oferta ilegal y desordenada en el destino.

La Embajada trabaja con el Govern , el ayuntamiento de Calvià, con empresas, turoperadores y hoteleros en la prevención del turismo de borrachera.

En Palmanova-Magaluf, el turismo británico representa el 47,65%, de ahí el interés en lograr el mayor civismo con el turismo más joven.