Una enfermera del IB-Salut ha denunciado ante el Institut Balear de la Dona (IB-Dona) haber sido coaccionada por un delegado del sindicato de enfermería Satse para no sumarse a la huelga feminista del pasado 8M. El representante sindical le advirtió de que sumándose a los paros "no ayudaba a nadie" y que "sería contraproducente" por "dejar de atender a sus pacientes" y porque le "descontarían cien euros" de su sueldo.

Los hechos, denunciados ahora a través del sindicato STEI a instancias de la enfermera, se remontan al pasado 7 de marzo, cuando en vísperas de la huelga feminista del día 8, el delegado de atención primaria del Satse contactó "a las 22 horas de la noche" con la enfermera denunciante a través de WhatsApp, señalándole que el sindicato no se sumaba a los paros al entender que "no es la manera de ayudar". "En estos momentos intentamos conseguir lo mejor para nuestro colectivo y el IB-Salut atiende la mayoría de nuestras propuestas y reivindicaciones y no hay por qué", trasladó el representante sindical a la empleada, advirtiéndole de que "sería contraproducente". A la abogada, camarera o enfermera que no contraten por estar embarazada no le vas a ayudar así", le insistió, apuntando que dejaría de "atender al que ha pedido permiso en su trabajo para ir a consulta" y que perdería "más de cien euros" por sumarse a la huelga feminista.

"Nadie puede interferir"

El sindicato denuncia ante el IB-Dona que la enfermera "se sintió coaccionada por estas palabras, además de indignada por el atrevimiento". "La decisión de ir a una huelga es personal y nadie puede interferir", recuerda el sindicato STEI. "Parece increíble que un sindicato, donde la mayoría de afiliadas son mujeres, tenga tan poca sensibilidad hacia ellas y hacia los motivos de la huelga", remacha.

El STEI apunta además que el Satse contactó con la enfermera a pesar de llevar dos años sin estar afiliada, utilizando datos personales de su base de datos para ello.

El STEI aprovecha para denunciar que en el IB-Salut "las condiciones de conciliación son desiguales" ya que las mujeres cuando son madres "dejar de hacer guardias y de percibir el complemento retributivo correspondiente" mientras que "los hombres que son padres siguen cobrando ya que no renuncian a hacer guardias". "También suele ser la madre la que pide permisos y reducciones de jornada para cuidar de los menores", apunta en la denuncia.

Por ello, el STEI le pide al IB-Dona que "una vez informado de estos hechos, dé los pasos necesarios para que estos hechos no vuelvan a suceder".

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