La solución que la cúpula del PP balear ha encontrado para salir de la crisis abierta tras la imposición por parte de Pablo Casado de Maria Salom, exdelegada del Gobierno, como número uno de la lista al Congreso ha dejado una sensación agridulce entre los populares de las islas. Después de que el martes por la tarde el líder balear del partido, Biel Company, anunciara el acuerdo con Casado para que el cartel electoral fuera finalmente Marga Prohens, número dos del PP balear, relegando a Salom a la candidatura al Senado, todos los populares consultados admiten que ha sido una salida para salvar en el último momento la imagen de un partido que ha quedado en entredicho.

"Las cosas se han hecho fatal, empezando por Madrid, y al final hemos quedado todos tocados, desde Casado al PP balear, Company y María Salom", resume un relevante miembro del partido. Su opinión es compartida por la mayoría, que coinciden en especial en criticar a Salom por haber movido sus hilos en Madrid para ser la elegida a espaldas de Company.

Los populares de Balears, por primera vez en su historia, afrontan las elecciones autonómicas conscientes de que sus posibilidades de recuperar el Govern pasarán por acuerdos con otros partidos, es decir, Cs y si es preciso Vox. Los tiempos en los que su terreno de juego era el del partido más votado en las islas, a notable diferencia con el PSIB, acabaron en 2015 con la debacle electoral que sufrió tras los cuatro años de Govern.

Así, dan por hecho que, en el mejor de los casos, se reducirá el numero de cargos a repartir y Salom, tras años ocupando puestos gracias a su habilidad para hacerse con buenos contactos en el partido, es vista como un tapón para que entren caras nuevas. A ello se añade que Company había rechazado la petición de Casado de que la exdelegada del Gobierno fuera elegida senadora autonómica en sustitución de Bauzá. Así, la imposición del líder nacional del PP fue vista por los populares de las islas como una decisión que ponía en entredicho la autoridad de Company en el partido en las islas y del propio PP balear, justo a las puertas de unas elecciones autonómicas. Ayer, alguno de los dirigentes consultados consideraba que, tras lo ocurrido, Salom debería haber rechazado ir al Senado retirándose de manera digna.

"Un mal espectáculo"

Desde que el viernes se filtrara que Casado había decidido que la candidata sería Salom, Company tuvo que emplearse a fondo, a la vista del creciente malestar en el partido, para buscar una salida que le permitiera trasladar el mensaje de que su opinión era tenida en cuenta en Génova. El lunes, tras admitir en público que las listas para las generales las hacía Casado y que él no podía influir, afirmaba en privado a quienes le preguntaban que "el partido aún se está jugando", a pesar de que dos días antes Salom había sido presentada oficialmente en Madrid junto al resto de los número uno de las listas populares al Congreso.

El martes pudo presentar un acuerdo que, en la práctica, supone lo que Casado quería desde el principio y que Company había rechazado: Prohens para el Congreso y Salom para el Senado. En palabras de otro de los cargos consultados, el resultado final de la confección de la lista del PP balear ha sido "un mal espectáculo".

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  • Company admite que Salom no era su candidata y quien lo decidió fue Pablo Casado
  • Company admite que no tiene ningún peso en las listas del PP balear a las generales
  • Company pacta con Casado que Prohens vaya a Madrid y arrinconar a Salom al Senado

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