El Gob sufre un sentimiento agridulce al final de esta legislatura. Así lo han expresado esta mañana el presidente de la organización ecologista, Amadeu Corbera y la portavoz Margalida Ramis.

Los dos portavoces de la organización ecologista han realizado esta mañana un balance del resultado de la política que ha realizado el actual Pacte del Govern, destacando los proyectos positivos, pero también los negativos, destacando sobre todo los desarrollos de las construcciones de las carreteras.

Así, Ramis destacó, desde el aspecto positivo, la aprobación de las leyes de cambio climático y de residuos, que están incluso por encima de las espectativas que se crearon. Sin embargo, en el lado contrario, es decir, desde el aspecto negativo destacó los proyectos que se han aprobado para construir nuevos tramos viarios, en especial la carretera entre Llucmajor y Campos, y las numerosas licencias de construción, tanto en suelo rústico como urbano, que responden a proyectos especulativos y no a la necesidad de la población de Mallorca.

Corbera, por su parte, señaló que la legislatura había arrancado con una gran movilización social, incluido en materia de medio ambiente, pero que este impulso no se ha visto después reflejado e políticas concretas. El presidente del Gob reconoció que en los últimos cuatro años ha existido una negociación que no había existido anteriormente, aunque aclaró que no se había producido en todas las administraciones. Por ello, pidió que si se vuelve a reeditar el Pacte se mejore está línea de comunicación con el Gob para consensuar la política medioambiental y afrontar las dificultades que supondrá el cambio climático.

Margalida Ramis criticó que se hubieran concedido 600 licencias en suelo rústico, lo que representa que el nivel de construcción vuelve a los niveles del año 2008, en plena burbuja especulativa, apoyando una política que se ha dejado arrastrar por el alquiler turístico y por los intereses de los grandes especuladores urbanísticos.

Denunció la portavoz del Gob que, a juicio de la orgaización ecologista, Mallorca tiene un exceso de suelo urbanizable, razón por la que los inversores extranjeros impulsan estos proyectos, que en ningún caso resuelven los problemas de vivienda de los habitantes de Mallorca, sino que van destinados a clientes o turistas de lujo. "El Govern no ha asumido la realidad de la saturación turística. "El Gob planteó propuestas sobre los líietes de crecimiento, pero el Govern no las ha escuchad".

Sobre el futuro, el Gob tampoco quiso adelantar decisiones, si bien señaló que ningún gobierno puede mantenerse al margen de las consecuencias que está suponiendo el cambio climático, a pesar de que muchos políticos se niegan a reconocer dicho cambio.

Corbera fue especialmente crítico con los responsables del Consell de Mallorca y su enfrentamiento por el proyecto de la mejora de la carretera de Campos. El presidente de la organización ecologista denunció que el Consell todavía no haya facilitado los planos del proyecto. Corbera se quejó sobre todo de la falta de diálogo y se mostró pesimista en cuanto a un cambio de política de crecimiento en la próxima legislatura, pues recordó que en estos momentos se está desarrollando el plan de carreteras que realizó Maria Antònia Munar en el año 1998.