Los alumnos del IES Antoni Maura que integran el equipo 'IAM Space' que competirá este fin de semana en la fase nacional de la Lego League 2019, han recibido este lunes la visita del conseller Martí March, que ha querido conocer las iniciativas tecnológicas que van a presentar en el próximo certamen que se celebrará en Tenerife.

El desafío INTO ORBIT 2019 pone a prueba a los jóvenes de entre 10 y 16 años de toda España a convertirse en científicos e ingenieros y meterse en la mente de ellos, experimentando con las ideas más increíbles y llegar a hacerlas realidad. Este año, la temática de las pruebas se centrará en el espacio exterior y el desarrollo de iniciativas en un entorno tan hostil para el ser humano.

Los alumnos del instituto se han enfrentado a un reto mucho mayor que el de años pasados, en los que también participaron en la competición nacional, logrando hasta un exitoso segundo puesto. Si en años anteriores la temática era el mundo animal y el agua, pudiéndose aprovechar de la ayuda de los científicos de las islas en un asunto del que tienen mayor conocimiento. El espacio era un reto mayor que les hizo plantearse una pregunta muy repetida en estas fechas: ¿Cómo podríamos reducir la basura espacial?

A partir de esta incógnita han trabajado en la idea de crear materiales que se puedan desintegrar en el espacio, sin dejar restos. "Hemos creado un tornillo y una tuerca en una impresora 3D con un material que se pulveriza en el agua y queremos que se estudie la creación y uso de un material específico que pueda desintegrarse en el espacio según las condiciones a las que se exponga" relata Llàtzer Viedma, el responsable del proyecto, que muestra orgulloso el trabajo de sus alumnos. "Si se utilizara un material que, por ejemplo, pudiese desaparecer a una temperatura en concreto, podríamos acabar con la basura espacial" resume sobre el proyecto científico que van a presentar.

Pero las pruebas a las que se enfrentarán no acabarán allí; tendrán solo dos minutos y medio para que un robot creado desde la unión de piezas de lego pueda ejecutar tareas tan complejas como levantar un peso, desplazarse de un lugar a otro o colocar un objeto concreto. Tareas que pueden parecer imposibles para los desconocedores del mundo de la robótica, pero que resultan sencillas en las manos hábiles de los experimentados alumnos del IES Antoni Maura. No parece que estén preocupados por conseguir un gran resultado demostrando el trabajo en equipo del que hacen gala gracias al tiempo que han dedicado a su afición, en muchas ocasiones, empleando fines de semana para descifrar la mejor manera de hacerlo.

Entre circuitos, piezas de lego y elementos de realidad virtual, también hay iniciativas que tienen una aplicación más directa al día a día de las personas. La creación de una casa domótica se está haciendo realidad desde la teoría de una pequeña maqueta hasta la caseta que han instalado en el patio del instituto, donde intentan aplicar todo lo aprendido y se enfrentan a retos reales con imaginación: "No sabíamos la mejor manera de hacer los cimientos e intentamos unir garrafas de plástico rellenas de piedras" confiesa Llàtzer. Al final la idea no funcionó, pero las lecciones aprendidas de los errores son las que les colocan en esta situación de vanguardia tecnológica en las Baleares.