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La política balear cambia sus cromos

Los fichajes entre partidos marcan una precampaña a la que también se suman independientes - La recomposición de la derecha copa el 'mercado'

La política balear cambia sus cromos

Joan Mesquida: veteranía, polivalencia, llegado para reforzar la banda izquierda pero hábil con la derecha. Fichaje estrella de Ciudadanos. Albert Rivera piensa en él para Interior. Para ministro de Interior. Joan Miralles: hábil encontrando huecos, sobre todo para alojar turistas; listo para jugar por el centro. Con él, Jaume Font espera que El Pi marque en Madrid. Antoni Camps: juego duro, al límite, provocador. Le gusta escorarse a la derecha. Tanto que Vox ha visto en él su candidato idóneo al Consell de Menorca.

El mercado de fichajes está al rojo vivo. Al rojo, al azul, al verde, al naranja. No es la mejor liga del mundo, es una política balear que se mueve a ritmo de nuevas incorporaciones y de presentaciones estelares. Si lo habitual había sido siempre pescar a rostros conocidos de la sociedad, lo que se lleva ahora es pescar en casa ajena para reforzarse en una banda o en la otra. Aunque también siguen aterrizando los independientes, la tendencia son caras con las que pueda sentirse identificado el antiguo votante de uno u otro partido.

Por ahora, el PP de Biel Company, más allá del fichaje del exjefe de prensa de Maria Antònia Munar, Antoni Martorell, para la comunicación de su campaña, ha quedado al margen del cambio de cromos y forma sus distintas candidaturas tirando de cantera. Ahí está una renovación marcada por jóvenes cuadros encabezando varias de las candidaturas locales. Los populares no suman de fuera, pero su apartado de bajas es extenso. Un goteo que se acentúa cada día y ya no sólo en una única dirección: sus bajas se dirigen a Ciudadanos, a El Pi y principalmente a Vox, que a los cargos que ya tenía del PP suma cada día nuevas incorporaciones: el diputado Antoni Camps, la consellera electa Esperança Català, el exconcejal de Calvià, Joan Feliu y el exalcalde de Campos, Andreu Prohens, ya han sido presentados como estrellas por el partido de Jorge Campos.

Sin embargo, si una baja ha sido sonada en el PP ha sido la del expresidente José Ramón Bauzá. Pese a que su portazo entre acusaciones de nacionalista a Company parecía la antesala de su fichaje por Vox, el ya exsenador ha acabado en la órbita de Ciudadanos. De momento, a día de hoy parece que no hay nada cerrado más allá de las puertas de las candidaturas de las islas para el expresidente. La dupla de ataque de Ciudadanos en Balears, Xavier Pericay y Marc Pérez-Ribas, le rechazan mientras Albert Rivera admite que hay conversaciones.

También se mueve El Pi

Con el expresidente del Govern, Rivera quiere reforzar su banda derecha, algo que ya ha hecho con la izquierda con el exsocialista Joan Mesquida. El exconseller de Hacienda del primer Pacto, exsecretario de Estado y exdirector de la Policía Nacional y la Guardia Civil con José Luis Rodríguez Zapatero, que irá de número uno al Congreso, es uno de los grandes fichajes de Ciudadanos.

La incógnita en el plantel naranja es la del candidato al ayuntamiento de Palma, una posición donde los de Rivera saben que necesitan colocar un o una crack.

Ciudadanos también ha tenido alguna baja. Si en 2015, el partido de Rivera sólo lograba presentarse a tres ayuntamientos en la isla, Palma, Calvià y Son Servera, su candidato en esta última localidad en esos comicios, Miquel Morlà, es ahora el líder municipal de Vox.

Además de las huidas de PP y Cs, Vox ha optado también por nombres destacados para encabezar sus candidaturas al ayuntamiento de Palma y al Consell de Mallorca: el exjefe del Estado mayor del Ejército de Tierra, Fulgencio Coll, como alcaldable, y el del presidente de la Federación Balear de Caza, Pedro Bestard, por su parte, también ex miembro del PP.

En una derecha en recomposición, también se mueve El Pi. Para el Congreso ha fichado al presidente de la patronal del alquiler turístico Habtur, Joan Miralles, a quien hasta la aprobación de la ley del Pacto sobre los pisos vacacionales se vinculaba más a la órbita de Més. Con Miralles, El Pi refuerza una de sus banderas de toda la legislatura, la de la defensa del alquiler turístico, donde los regionalistas confían en contar con una bolsa de nuevos votantes. Lo que se llama ensanchar el campo.

Pero en segunda línea, también ha habido fichajes que reflejan otra fuga del PP: son el caso del exalcalde de Andratx, Llorenç Suau, o del exalcalde de Deià, Francesc Salas, fuera de la primera línea desde el caso Rasputín.

Podemos opta por rotaciones

El Pi también tiene fuga. Su flanco débil no es ni la izquierda ni la derecha: es Lloseta. El que fue su alcalde al inicio de la legislatura, Tolo Moyà, después de ser expulsado del partido ha dado el salto a Ciudadanos, donde será el candidato del partido al ayuntamiento. Otras dos concejalas, una de ellas la número 4 del partido en las listas autonómicas de 2015, Francisca Camps y Margalida Villalonga, anunciaron a mediados de legislatura su baja del partido y que irían en estas elecciones con el PSIB.

La izquierda se mueve menos. Pero con algún que otro fichaje también ha tratado de reforzarse y, por supuesto, de enviar un mensaje. El PSIB, que trata de revalidar el título ha optado por los independientes. No para sus listas, pero sí para confeccionar su programa. Para el programa de educación ha incorporado a uno de los líderes de la marea verde, el sindicalista de Comisiones Obreras, Toni Baos. Y para su programa económico al expresidente de la patronal del pequeños comercio Afedeco y aún vicepresidente de la patronal CAEB, Rafel Ballester. Uno y otro, fichajes del conseller y coordinador de campaña, Iago Negueruela, convertido en este apartado en el Maheta Molango de los socialistas. Uno y otro, mensajes al electorado.

Més ha tenido bastante con alinear a los suyos sin tener problemas en el vestuario. Aún así, se contabiliza un fichaje con el sello de Miquel Ensenyat, el de Joan Lainez, director del Mallorca Gay Chorus, que irá en las listas de Més.

Por su parte, Podemos ha optado principalmente por las rotaciones, tras la salida, al menos de la primera línea, de algunos de los cargos más destacados del partido, como Laura Camargo. Sin embargo, Alberto Jarabo ha incorporado como su número dos al Ayuntamiento de Palma el fichaje de la agente Sonia Vivas, azote de la corrupción en la Policía Local.

Fichaje antitaurino

En la izquierda extraparlamentaria, el fichaje más destacado ha sido el del coordinador de la plataforma antitaurina Mallorca Sense Sang, Guillermo Amengual, por Actúa, las siglas del partido de Gaspar Llamazares y Baltasar Garzón.

Con sus listas, los partidos confeccionarán sus onces de gala -nadie aspira a sacar tanto en ninguna lista o circunscripción- con las encuestas apuntando a una apretada clasificación, donde tres puntos pueden valer un escaño y donde lo único claro es que aquí hasta el último minuto quedará partido.

No descarten nuevos fichajes. Aún hay tiempo para presentar las listas. Aquí el fax siempre funciona.

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