P Primer alcalde negro de Mallorca, catalanohablante, de izquierdas, soberanista y reivindicado feminista. Su elección como candidato de Més es un claro mensaje para la campaña.
R Supongo que todas esas condiciones han jugado un papel a la hora de ser elegido. Sin duda, Més ha acertado en su lectura del actual contexto político y lo que puede representar de involución. Para mí es un honor que se haya valorado mi perfil para ser candidato.
P ¿Está normalizada la presencia de personas negras en la política en Mallorca y en España?
R Creo que la respuesta es obvia. Como país todavía nos estamos incorporando a este fenómeno cuando en otros países de Europa, que han sido potencias coloniales, la integración de los hijos de la inmigración ha sido muy anterior. No está normalizado en determinados ámbitos y la política es uno. ¿Es posible normalizarlo sin pagar el peaje de tener que justificar por qué estamos ahí? Es la pregunta que nos tenemos que hacer. La pluralidad y la diversidad no tienen vuelta atrás. Hay que asumirlo.
P ¿Todavía hay racismo?
R Hay que distinguir el racismo entendido como incidentes de discriminación con otro racismo que entiendo yo, como la cultura social sobre la que se ha edificado el pensamiento occidental, que aún arrastra una idea de supremacismo inevitable y determinados patrones de pensamiento. Debemos deconstruir esos patrones de pensamiento en los que la normalidad es ser hombre blanco heterosexual y de entre 17 y 55 años.
P La inmigración y su integración por primera vez han entrado en una campaña electoral.
R Está en cuestión todo aquello que representa la tendencia social que hay a nivel mundial: sociedades abiertas, plurales y complejas. Hay un peligro de involución. Hemos dado pequeños pasos y hay un establishment que lo ve como una amenaza y responde de manera furibunda. Estamos ante un momento histórico, está en debate el modelo de Europa, todo aquellos que nos había caracterizado. Lo hacen con el argumento de que es insostenible cuando es una respuesta para volver hacia atrás.
P Pero ese mensaje cala.
R La izquierda tiene la responsabilidad de dar un discurso claro ante cuestiones complejas y quizás no lo ha hecho. Hay capas de población descolocadas por la complejidad del momento y esa gente que se siente desplazada es fácilmente manipulada por quienes quieren que nada cambie.
P Hasta ahora Més nunca ha logrado representación en Madrid. ¿Cómo convencerá de que votarles no será tirar el voto?
R Es vital hacer entender el contexto y el momento histórico. Es importante que la izquierda esté representada en toda su amplitud y diversidad. Hay que poner en valor todo lo que hemos conseguido y el peligro de perderlo. Se da una circunstancia añadida: nunca el voto de la derecha había venido dividido y ahora viene dividido en tres partido. Eso es algo nuevo.
P Entonces, ¿su esperanza es la fragmentación de la derecha?
R No, no. Mi esperanza es hacer entender y que la gente valore lo que hemos conseguido, todo lo que representa en el actual contexto. Después, naturalmente, aprovechar la coyuntura de que la derecha se nos presente disgregada.
P ¿Por qué no ha sido posible repetir la coalición con Podemos al Congresoo como sí han logrado reeditar para ir al Senado?
R La idea aquí era primar el acuerdo entre fuerzas de izquierda y soberanistas. La coalición del Senado se hace más en clave estatal. Ahora el Senado jugará un papel clave y es vital que haya la máxima representación posible de fuerzas progresistas. El único desmarque ha sido el del PSOE que se desmarcó desde la primera reunión.
P ¿Otro 8M histórico en Balears da optimismo a la izquierda?
R No creo que nadie pueda apropiarse del movimiento feminista, pero es una señal muy clara de un momento de transformación profunda que nadie va a parar. De hecho, es muy gracioso la dificultad de algunos partidos para gestionar la irrupción del movimiento feminista. Para mí, el feminismo es una noticia fantástica. Es un movimiento que está demostrando más músculo y capacidad de movilización social que ninguno.
P Será el primero en pasar el examen de la gestión del Pacto.
R Estoy satisfecho de las políticas que hemos llevado adelante y debemos ponerlo en valor. Hemos enviado mensajes muy claros: recuperar la sanidad universal, la renta social, la ley de Cambio Climático o la de Residuos...Estas medidas son pasos para cambiar un modelo del que en nuestras islas se han beneficiado unos pocos.
P ¿Con el caso Contratos archivado, hará campaña más tranquilo?
R Evidentemente estamos contentos que se haya archivado antes de las elecciones. Nuestra respuesta fue dolorosa pero impecable. Ahora nos toca pasar página y seguir trabajando por el cambio.
P Si el 28 de abril se convierte en el diputado 176 necesario para formar una mayoría, ¿qué pediría a cambio de su voto?
R Tenemos reivindicaciones históricas suficientes: la mejora de la financiación, el Régimen Especial, que ahora tenemos una herramienta para empezar a trabajar pero que no es lo satisfactorio, necesidades de inversión en el transporte... Son tantas las necesidades que tenemos desde Balears.
P ¿Sin esos compromisos Més no votará ninguna investidura?
R No lo puedo decir de manera taxativa, pero sí que la filosofía de fondo evidentemente será esta.
