Mantiene intactas sus convicciones y espíritu de lucha y se niega a caer en ambigüedades en nombre de supuestos consensos en los que, al final, la igualdad de la mujer es la sacrificada. A sus 83 años de edad, Lidia Falcón O'Neill (Madrid, 13 de diciembre de 1935), es la feminista con mayúsculas. Licenciada en Derecho, Arte Dramático y Periodismo y doctora en Filosofía, sufrió cárcel y torturas durante la dictadura franquista a manos, entre otros, de Billy el Niño. En 1975 fundó el Partido Feminista de España, integrado ahora en Izquierda Unida. Entre hoy y el domingo impartirá el curso 'Feminismo y Política' en Calvià, dentro del proyecto Calvià Conversa impulsado por Transforma Calvià, y el lunes ofrecerá en Palma una conferencia con Sonia Vivas, número dos de la candidatura de Podemos al Ayuntamiento de Palma.

P ¿ Tres días para un curso sobre feminismo y política no se quedan cortos?

R Da para nueve meses en una universidad. El curso comenzará con la historia del movimiento feminista. Mucha gente no sabe que ya hace 200 años que las mujeres francesas, con la revolución, lucharon por la igualdad. Luego llegaría el movimiento sufragista, con la reclamación de derechos políticos. En España, en el último siglo, con la República hubo un avance en la igualdad. En los últimos años las feministas hemos trabajado muchísimo y el resultado ha sido el éxito de los dos últimos 8 de mayo. A eso no se llega de un día para otro, se necesita un trabajo continuo.

P Y después del 8M, ¿qué?

R Nos falta la participación política. El feminismo tiene que gobernar, porque el poder lo tiene el que firma el Boletín Oficial. En la calle, con pancartas, se logra algunas cosas, pero no las que se necesitan. Para eso tiene que haber una implicación política. Por eso fundé el Partido Feminista. No se trata de que haya más mujeres en las listas electorales porque eso ya lo hay. Se trata de que las feministas gobernemos. Con el elevado número de mujeres víctimas es inaceptable que la violencia contra la mujer no esté entre los primeros problemas para la gente en las encuestas del CIS.

P Al menos se logró un Pacto de Estado contra la violencia de género

R Eso fue un engaño. El Partido Feminista, que estamos en IU, conseguimos que nuestro grupo, Unidos Podemos, se abstuviera. Ese Pacto tiene más de 200 artículos en los que no hay nada. Solo prometen un dinero para lavar la cara y ese dinero tampoco ha llegado. Es un fracaso. La Ley de Igualdad tampoco ha servido para nada. Es que al final se trata de que gobernemos y legislemos nosotras, que decidamos lo que hay que hacer.

P Usted ha sido crítica con el rechazo de buena parte del movimiento feminista a implicarse en política con un partido.

R Una parte cree que no hay que hacerlo. Se plantea una idea de la política como algo perverso y corrupto, una idea que se está instalando en la sociedad y que al final lleva a que la gente vea en el fascismo una solución. Si las mujeres, los trabajadores, los sectores más empobrecidos no encuentran soluciones en la izquierda, que les ha abandonado, al final ocurre eso.

P Y mientras Vox está en alza, con el tradicional discurso de la ultraderecha incluyendo el rechazo a los avances logrados por el feminismo.

R Vox es el partido del odio. Odia a los inmigrantes, a los negros, a los trabajadores... Y sobre todo, odia a las mujeres. Para ellos somos su principal enemigo. No sé si el avance de este fascismo de nuevo cuño será tan grande como se dice. Quizá lo estemos magnificando. Pero si las mujeres no espabilamos y votamos al feminismo en las elecciones...

P El PP plantea, en su propuesta de Ley de Maternidad, retrasar la expulsión de las mujeres sin papeles mientras dura el embarazo

R Eso es directamente nazi. Hablan de las mujeres como si fueran vacas cuyo papel es tener terneros. Creo que es una estrategia equivocada porque muchas mujeres, y muchos hombres, lo rechazarán en las urnas. Salvo que nuestro país de pronto quiera ser una reedición de la Alemania nazi, lo que no creo.

P ¿Ve una involución en la sociedad?

R Sí. El único movimiento importante y con fuerza es el de las mujeres. El sindical está bajo mínimos, al estudiantil apenas se le ve... Nosotras conseguimos sacar a todo el país a la calle. Los partidos tradicionales, los que se reparten el poder, siguen enzarzados en sus luchas internas sin resolver los problemas y el voto se va atomizando.

P Y mientras Billy El Niño sigue en la calle.

R Mi abogada me dice que se ha reactivado la querella argentina, pero yo no creo que lo vea juzgado No sólo él. Hay muchas víctimas de la dictadura franquista. Estoy desanimada. Mientras no haya una República creo que todo eso seguirá igual.