El gerente de Son Espases, Josep Pomar, comunicó a primera hora de la mañana de ayer a todos los médicos que conforman el servicio de Nefrología que ha pedido a inspección médica (una suerte de departamento de asuntos internos) del IB-Salut que analice las circunstancias que han tenido lugar tanto en el proceso de selección y toma de posesión del recientemente dimitido jefe del departamento, el doctor Juan Buades, así como el "comportamiento que se ha llevado a cabo en el servicio en relación a la incorporación" del nuevo jefe del servicio médico.

Asimismo, la gerencia comunicó a la plantilla de adjuntos al completo que, a partir de ahora y en tanto y cuanto se procede a elegir a un nuevo responsable del servicio de Nefrología, este pasa a estar coordinado por la dirección médica del hospital que en estos momentos ostenta el doctor Manuel del Río.

De la misma manera, se informó a la totalidad de la plantilla de nefrólogos que el doctor Gonzalo Gómez dejará igualmente de ser el responsable de la sección de trasplantes. Como se recordará, Gómez había ejercido de coordinador del servicio de Nefrología durante los últimos cuatro años, en tanto y cuanto se procedía a la elección del nuevo jefe, proceso en el que compitió con Buades a comienzos del mes de febrero.

Dos récords consecutivos

Pese a que once de los doce nefrólogos del servicio manifestaron públicamente que preferían que el ahora defenestrado jefe de sección de trasplantes dirigiera el departamento, el gerente Pomar hizo bueno su voto decisivo y optó finalmente por designar a Juan Buades. Una decisión que habría desencadenado un frío recibimiento al nuevo jefe toda vez que sus hasta hoy subalternos consideraban que Gómez había conformado un buen equipo y una buena dinámica de trabajo que, entre otros hitos, ha conseguido que el hospital de Son Espases haya batido en los dos últimos años de forma consecutiva su récord de trasplantes renales.

Como se recordará, el doctor Buades presentó el pasado miércoles su dimisión -que fuentes del hospital señalaron que será efectiva a partir de hoy, viernes, toda vez que el facultativo se encontraba ayer fuera de la isla asistiendo a un congreso médico- justificándola en "la imposibilidad de llevar a cabo los proyectos presentados ante la comisión asesora (que evaluó su plan de actuación en el departamento previamente a su nombramiento) debido a la inexistencia de colaboración y apoyo y a la falta de aceptación por parte de la mayor parte del equipo".

La consellera de Salud, Patricia Gómez, volvió a pronunciarse sobre este asunto ayer a preguntas de un medio de comunicación y limitándose a asegurar que lamentaba que en un conflicto tan mediático como este "los más perjudicados son los pacientes" renales, por lo que hizo un nuevo llamamiento para reconducir la situación.

A buen seguro que estas declaraciones vuelven a soliviantar los ánimos de los nefrólogos de Son Espases que ya lamentaron que la consellera hubiera esgrimido en el Parlament un documento de la Asociación de Enfermos Renales (Alcer) en el que se defendía tanto el nombramiento de Buades como la transparencia del proceso. Ellos, contraponen, han dejado en todo momento al margen de la polémica a sus pacientes.