P ¿Por qué decidió presentarse?
R Acompañado por un grupo de estudiantes que habíamos estado participando en la vida universitaria el anterior mandato del Consell d'Estudiants vimos que había mucha injerencia de los partidos a través de las asociaciones de estudiantes, las marcas blancas, las filiales juveniles. Decidimos que queríamos gestionar el Consell d'Estudiants desde el apartidismo, la transversalidad y la transparencia. Es por vocación política, porque sabíamos que si no lo hacíamos nosotros, lo harían otros y lo harían mal. Vimos que en los anteriores mandatos había carencias y que teníamos mecanismos a nuestro alcance que no se usaban de manera correcta por estar controlados por estas marcas blancas que los utilizan como un trampolín político futuro.
P ¿Así que a usted no le veremos en un futuro en un partido?
R En nuestra confluencia no hay ninguna persona con ningún cargo en ningún partido político. Evidentemente hay afinidades pero nosotros luchamos para que no haya tutelas por encima de los que estamos en cargos de representación en la universidad. En un futuro ya veremos qué será de mí, ahora estoy centrado en la carrera y en la política universitaria.
P En las últimas elecciones a rector apenas votó un 9% de los alumnos, ¿a qué atribuye la baja participación del alumnado?
R Creo que ha habido poca comunicación. Se ha dado a conocer poco. La política estatal viene trasladando esa desafección hacia la implicación de forma directa, nosotros dando un giro a esta tendencia hemos presentado un proyecto inédito con una candidatura con 4o personas comprometidas de diferentes grados y posgrados. Hasta ahora las marcas blancas de los partidos se presentaban con 'veintipico' como mucho. Estas marcas blancas confiaban en el boca a boca y tirar de listín de contactos de los partidos; no contactaban con otros colectivos, no iban por las clases... Ahora ocupamos un papel transversal y queremos involucrar no solo a estudiantes progresistas, también queremos movilizar a los considerados de derechas para que este movimiento logre un diálogo entre todos los actores y revertir esa tendencia a la baja de participación del alumnado.
P ¿Cómo?
R Modernizar el sistema de votación, dar a conocer los órganos de representación estudiantil y explicar que la implicación política universitaria en contra de las injerencias partidistas es mucho más sexy y atractivo de lo que tradicionalmente se ha vendido.
P Insiste mucho en ese apartidismo pero su campaña y su discurso, hasta su manera de hablar, recuerdan mucho más a un partido que las de sus antecesores en el cargo.
R No representamos a ningún partido. No tenemos ninguna tutela política ni las herramientas que tienen las asociaciones de estudiantes que han estado hasta ahora, los que usaban el Consell d'Estudiants como trampolín político, solo querían hacer biografía política de cara a unas primarias. A mí no es la primera vez que me contacta un partido político, no sé si para un cargo orgánico o para ir en las listas de relleno. Yo siempre los he rechazado, ahora estoy centrado en estudiar y demostrar que seremos más eficientes que las marcas blancas de los partidos. No queremos formar un partido, pero sí perpetuar una marca electoral. Nuestro fuerte es que tenemos gente muy bien preparada de varios grados y posgrados. Queremos romper con esos perfiles políticos de Economía, Derecho y Administración y dirección de empresas, que copaban los órganos de control usando el trampolín del claustro para acceder al Consell de Govern y acceder así como miembros naturales al Consell d'Estudiants y poder ponerlo en el currículum. Nosotros queremos ir al máximo órgano de la UIB para defender los derechos de los alumnos y dar a conocer nuestras reivindicaciones. La voz de los alumnos no se oye lo suficiente en los órganos de representación. Rompamos esa tendencia y tomemos el cielo por asalto.
P Ésa es una expresión utilizada por Podemos, ¿se identifica con el partido de Pablo Iglesias?
R Podemos se ha podido inspirar en un filósofo histórico para usar esta frase, yo lo que quiero transmitir es que estudiantes normales y corrientes organizándonos colectivamente hemos conseguido copar los órganos de control. No nos identificamos con Podemos ni con ningún partido.
P ¿Qué dificultades tiene el alumnado que cree que puede ayudar a solucionar?
R Sobre todo exigir más y velar más por los derechos de los alumnos de lo que se ha hecho hasta ahora. En feminismo creemos que se pueden hacer muchas cosas: acabar con la idea de que hay grados 'de hombres' y 'de mujeres', la poca representación de mujeres en los órganos de gobierno... También queremos evitar que acceder a la universidad sea un privilegio. Es muy difícil para los alumnos pagar las segundas, terceras matrículas si suspenden y desde la UIB no se permite fraccionar ese pago. También queremos dar eco a las reivindicaciones ecológicas, como la huelga de mañana [hoy] por el clima. Hay muchas cosas a cambiar: modernizar el sistema de voto, actualizar el reglamento del Consell d'Estudiants...
P ¿Qué papel quiere jugar el Consell d'Estudiants en iniciativas como el referéndum sobre la monarquía?
R El Consell d'Estudiants es una institución, un órgano colegial. A pesar de que se había utilizado con un uso partidista, nosotros ahora queremos cumplir lo que es nuestra obligación según la normativa y no apoyarnos en reivindicaciones que no tienen que ver con la vida universitaria. A mí personalmente me ha decepcionado que este colectivo no nos contactara para ver cómo podíamos colaborar y también que no se haya hecho una propuesta mucho más seria para que este tipo de consultas se pueden meter en el reglamento y se puedan hacer con garantías.
P El otro día Estudiants en Xarxa ya les hizo varias críticas en Twitter (por ejemplo por cambiar el logo sin consultar), ¿hay tensión entre asociaciones?
R Entre las marcas blancas había mucha competencia y hasta ha habido fraude. Nosotros atenderemos el reclamo y revisaremos si hemos cometido un error, pero somos conscientes de que a algunos les escuece que hagamos las cosas bien y por eso quizás han hecho la crítica pública con tanta dureza.
