Francesc Miralles, vicepresidente del Consell y número uno socialista en 2015, fue decapitado políticamente por una implacable Catalina Cladera. La consellera de Hacienda y candidata al Consell, digitada por Francina Armengol, le espetó a Miralles sin inmutarse: "No hay sitio para ti en puestos de salida", según relató el propio Miralles. Catalina Cladera ejerció a la perfección de verdugo político de quien fue hijo político de Xisco Antich y número uno socialista en el Consell en 2015, quien aceptó sin rechistar ceder la presidencia a Més para que Armengol llegara al Consolat. El expresident alumbró a Miralles en la política municipal.

En el entorno del vicepresidente del Consell existe un gran malestar: "Se ha premiado la fidelidad, no la capacidad", aseveran. Al preguntarle a Miralles si opinaba lo mismo, admitió que la política "es una mezcla de gestión y de fidelidad y yo no he encajado en esta situación". Añadió que desconoce el motivo concreto de su veto, ya que "yo cedí para que hubiera distintas presidencias en las instituciones para firmar el pacto y en el partido me han dicho en varias ocasiones que nuestra gestión en Cultura del Consell ha sido buena". Miralles apuntó que es muy difícil hacer las listas electorales, recordando que a él le ha tocado esta "papeleta en Algaida y hace cuatro años en el Consell y sé por lo que están pasando Cladera y Armengol".

Una facción socialista no está nada contenta con lo ocurrido con Miralles. De hecho, afirman que su fallo ha sido "no ir a tomar cervezas con Francina Armengol, como hacen otros". El exalcalde de Algaida se ha dedicado a la gestión de la vicepresidencia y área de Cultura del Consell y no se ha prodigado en exceso en transitar por las "alcantarillas del partido". Allí donde se cuece todo.

También ha trascendido que Catalina Cladera le dijo a Miralles que había mucha gente que colocar en la lista del Consell. Una candidatura en la que Armengol ha hecho limpieza general. Sin decirlo, la consellera Cladera se refería a gente del entorno de la presidenta que necesita un sueldo para seguir viviendo y se le debe colocar en sitios de salida para garantizar la nómina.

"Muy dolido"

Xesc Miralles ha reconocido estar "muy dolido" por lo ocurrido, ya que considera que pasar de ser número uno a no ir ni en puestos de salida nunca se lo había imaginado. Por ello rechazó la oferta "ridícula" de Cladera de cerrar la lista de forma simbólica y destinada solo a políticos retirados. Miralles negoció hasta el último momento, pero el aparato armengolista con Cladera de ejecutora le cerró todas las puertas. Con Miralles también se borra de cuajo la era Antich en el PSIB.

Además de Miralles, Armengol y Cladera también han cortado la cabeza política a dos pesos pesados del Consell. Es el caso del portavoz, Miquel Àngel Coll, que va de 22 en el Parlament y de la consellera María Francisca Sureda. Todo ello para dar cabida a Andreu Serra, a quien han fulminado de las listas de Calvià, y a Andreu Alcover que ha tenido que ceder su puesto al 'todopoderoso' Iago Negueruela. Mercedes Garrido rechazó que hubiera una purga en el PSIB del Consell, pese a que otros discrepen con ella.

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